La adolescencia es un paso más cercano hacia la madurez, en el cual no sólo se empiezan a visualizar los cambios físicos de estos jóvenes sino que también, forman parte del proceso, los cambios psicológicos, ya que son inevitables y no ocurren de la misma forma en todas las personas, por lo que en definitiva, en la etapa de la adolescencia, el cuerpo experimenta una serie de cambios tanto físicos como mentales, que forman parte del desarrollo y crecimiento humano.
Dentro de la adolescencia, podemos distinguir estos cambios psicológicos que marcan el ritmo de su crecimiento:
- En la preadolescencia, se empiezan a desarrollar los primeros cambios físicos, coincidiendo con la pubertad, ya que son cambios suficientemente notables y afectan a diversas partes del cuerpo. Además, se producen grandes progresos en la capacidad de reflexionar sobre situaciones supuestas o sobre operaciones lógicas y matemáticas.
- En la adolescencia temprana, se consigue conquistar la capacidad de pensar en términos abstractos, lo cual se produce al haber practicado dicha habilidad y posteriormente de haber tenido un buena educación. También los adolescentes, tienden a valorar la opinión que tiene el resto sobre él, por lo que su imagen y estética, son los componentes más importantes para su identidad.
- Por último, encontramos la adolescencia tardía, en la cual termina por desarrollarse la conciencia social. En este último peldaño de la adolescencia, se empieza a dedicar más tiempo a los pensamientos y a aquellos procesos que no se limitan con lo experimental, y la imagen aún relevante de ellos mismos, deja de formar parte de los pilares para su identidad.
Aunque ya conoces de forma detallada los grandes cambios que se producen en la adolescencia, debes saber que sigue siendo un tema principal de investigación para la psicología a día de hoy, por lo que apoyar a los hijos y hacerles sentir que pueden contar con tu ayuda en caso de dudas, les servirá de gran ayuda, para enfrentar todos los cambios que experimenten en esta etapa de la vida.