Verde por fuera… rojo por dentro. Así conocemos la sandía que en verano, suele ser la fruta más refrescante junto con el melón. Pese al gran consumo de ésta fruta, muchos desconocemos las mayores ventajas que tiene para nuestra salud, ya que además de ofrecernos una rica hidratación gracias al agua que contiene, también nos proporciona la sensación de saciedad, pero ojo, por que no sólo tiene estos dos beneficios.
En verano, suele ser la temporada donde más disfrutamos la sandía ya que su rico sabor e hidratación, nos permite refrescarnos de forma totalmente natural. Nos aporta valiosos nutrientes como la vitamina A, C, el potasio, el magnesio y antioxidantes como los betacarotenos y los licopenos. Es muy importante incorporar a nuestra piezas de fruta como esta, debido a la cantidad de beneficios como los que vemos a continuación, que nos aportan una ayuda extra a cuidar de nuestra salud:
- Previene la degeneración macular frecuente en personas de avanzada edad, gracias a sus betacarotenos convertidos en vitamina A en nuestro organismo.
- Contribuye a evitar la proliferación y crecimiento de los radicales libres, debido a sus antioxidantes que los destruyen.
- Sacia la sed, pero también, ayuda a reducir los dolores musculares y el ritmo cardíaco tras el ejercicio físico, por lo que muchos deportistas la consumen en forma de zumo o de batido.
- Gracias a su contenido en licopenos, ayuda a proteger nuestra piel de la exposición ante agentes contaminantes y a la luz solar.
- Contribuye a bajar de peso, dado a que tiene un bajo nivel calórico y es baja en grasas, por lo que su consumo en dietas para bajar de peso, suele ser recomendado.
- Ayuda a mantener la elasticidad de las arterias y de los vasos sanguíneos, por lo que puede evitar ataques cardíacos.
En pedazos, rodajas, zumos o batidos, da igual como tomes la sandía, lo importante es que la tengas presente de forma regular en tu alimentación, para que puedas beneficiarte de todas sus propiedades y así, mantener un buen estado de salud.