La anemia perniciosa, se trata de una enfermedad caracterizada por una disminución de los niveles de hemoglobina. En estos casos, el intestino de las personas que la padecen, no absorben de forma adecuada la vitamina B12, la cual es necesaria para la síntesis de ADN en las células. Por esta razón, un déficit de dicha vitamina, desarrolla una alteración en la síntesis de diferentes células, como por ejemplo, los glóbulos rojos. Se puede definir también como una alteración inmunitaria en la que el sistema inmune de la persona, ataca a las células del propio organismo.
La vitamina B12, también denominada como cobalamina, es una vitamina de origen animal que se haya en pescados, carnes, huevos y leche, por lo que una de las razones principales del déficit de la misma, puede deberse por el seguimiento de dietas veganas, pues en ellas se recomienda administrar ésta vitamina como suplemento. Tras ingerir la vitamina B12, su absorción no es una tarea fácil, pues depende de distintas proteínas del tubo digestivo y una vez en las células digestivas, ésta pasa a la sangre desde donde se va a distribuir por el organismo.
Como hemos mencionado en el primer párrafo, la vitamina B12, forma parte de la síntesis del ADN de las células que se renuevan de forma constante, por lo que su déficit, altera la síntesis y dificulta la maduración celular. En la anemia perniciosa, este déficit se debe a la presencia de anticuerpos contra moléculas que participan en su absorción. Los anticuerpos, son moléculas sintetizadas por las células del sistema inmunitario para destruir a los agentes patógenos, es decir, a virus, a bacterias o a células anormales como los tumores.
Esto es gracias a que los anticuerpos, reconocen específicamente a las moléculas de cada patógeno, que son denominadas como antígenos. El anticuerpo, se une al antígeno con el objetivo de indicar al resto del sistema inmunitario que, esa célula en concreto, debe destruirse.