El Té forma parte de las bebidas más antiguas del mundo, gracias a sus increíbles y saludables propiedades, que fueron capaces de aliviar síntomas muchas enfermedades, por lo que se utilizaban en la medicina natural. Cada té es diferente y tiene sus propias características, por lo que a continuación detallaremos los más comunes:

Té Verde. 

Sin duda el más conocido e investigado, ya que entre sus componentes destacan los flavonoides antioxidantes y otros polifenoles. Los beneficios más apreciados que ofrece este té, es que reduce los riesgos tras sufrir un ictus, disminuye la presión sanguínea, puede mejorar la memoria y proteger a la salud de los huesos. Pero no sólo eso, sino que además, puede combatir infecciones, proteger la vista y prevenir el cáncer.

Té Negro.

Este tipo de té es altamente estimulante, ya que ayuda a relajar los vasos sanguíneos por su alto contenido en flavonoides y ayuda a prevenir la oxidación de colesterol bueno. Una de sus características principales es que tiene un nivel de teína más alto que otros, por lo que es el más recomendable para tomarlo en las primeras horas del día. 

Té Rojo.

También muy conocido gracias a que previene la retención de líquidos, ayudando a eliminar toxinas presentes en la orina. Ayuda a mejorar los procesos digestivos, por lo que suele recomendarse su consumo tras las comidas. Es una ayuda extra para perder peso, por su acción diurética y digestiva.

Té Blanco.

Aunque tiene menos cafeína que el Té Negro, muestra un potencial en prevenir enfermedades cardiacas, diabetes y cáncer. Además permite disminuir los niveles de colesterol en sangre, proteger las caries y prevenir infecciones, ya que mejora las defensas del sistema inmune.

Otras infusiones.

La infusión de menta, hibisco o manzanilla, también tienen beneficios muy importantes para nuestra salud, pues pueden calmar trastornos de ansiedad, disminuir el azúcar en sangre, aportarnos vitaminas y minerales, mejorar los síntomas del intestino irritable, o prevenir incluso infecciones. 

 

 

Esta enfermedad, es muy frecuente en bebés que acuden a guarderías y aunque no se trate de una enfermedad que dificulte la salud del bebé, si puede dificultar la ingesta de los alimentos y resultar incómoda. Es una infección viral que afecta sobre todo a niños menores de cinco años, debido a que su sistema inmunitario, aún es deficiente para protegerlos del todo. No obstante y aunque sea menos común, también puede padecerse por adolescentes y adultos, remitiendo por sí sola al cabo de una semana o diez días sin dejar secuelas.

Dicha infección, tiene un tiempo de incubación que varía entre tres y seis días antes de presentarse síntomas característicos de la enfermedad. Uno de los primeros síntomas que aparece, es la fiebre, pero la principal lesión que caracteriza la enfermedad de manos, pies y boca, son las úlceras dolorosas que se ubican en el interior de la boca, garganta y labios, presentándose también en la palma de las extremidades mencionadas.

Durante los primeros días de la infección, la enfermedad de manos, pies y boca, es más contagiosa, pudiendo extenderse incluso por unas semanas. Dicho virus, puede encontrarse en las secreciones nasales, la saliva, el líquido de las vesículas o en la materia fecal humana, por las que al entrar en contacto con estas sustancias, se pueden contagiar los demás. También puede ser transmitida mediante el uso de objetos o por el contacto con alguien infectado, ya que la enfermedad suele ser asintomática en adultos y la transmiten sin darse cuenta.

El diagnóstico de ésta patología, se basa sobre todo en la visualización de las lesiones, pues sirve para diferenciar otras patologías que provoquen una sintomatología similar, como el caso de la varicela. El profesional sanitario, también puede indicar la realización de análisis de sangre y de las heces, ya que mediante estos, se podrán analizar los anticuerpos y aislar al agente etiológico.

Nuestra salud ocular, cada vez se ha visto más afectada, desde que llegaron las nuevas tecnologías, debido al tiempo que pasamos mirando objetos que tenemos a corta distancia, como los dispositivos móviles, tabletas y otros tipos de pantallas, por lo que cada vez más gente, necesita hacer uso de las gafas para no perjudicar a su visión.

Además de las gafas, tenemos otras alternativas para evitar que nuestra salud visual se vea afectada con el uso de los teléfonos y pantallas, como por ejemplo los complementos alimenticios de vitamina A, los filtros de las propias pantallas, las prescripciones médicas, pero también, podemos optar por otra forma de aliviar y poder mejorar la visión, denominada como «yoga visual u ocular».

Aparte de los problemas ópticos que podamos tener por genética, los problemas oculares también pueden desarrollarse tras la fijación de la mirada en un mismo objeto con la falta de parpadeo, lo cual provoca una carencia de lagrimeo y causa el «síndrome del ojo seco», un problema cada vez más frecuente entre la población, tras el uso continuo de pantallas y dispositivos móviles. Para evitar padecer problemas como el anterior mencionado, podemos poner en practica una serie de ejercicios del yoga visual, que podemos realizar siempre que creamos convenientes:

• Parpadeando. Esto limpia y lubrica los ojos, produciéndose de forma espontánea cada siete u ocho segundos, pero disminuyendo al mirar fijamente a un dispositivo, por lo que hacerlo varias veces de forma rápida podría ayudarnos.
• Dibujando formas. Al imaginar figuras que van desde el suelo hasta el techo, perfilando cada una con los ojos sin mover la cabeza, es un ejercicio que pone en funcionamiento los músculos oculomotores.
• Alternando la distancia de visión. Cada cierto tiempo, se aconseja alejar la vista tras un tiempo en frente de una pantalla, ya que esto hace que los ojos se acostumbren a alternar la visión de cerca y de lejos.
• Descansa tu salud visual, meditando y respirando de forma profunda, pues un descanso adecuado, ayuda a a relajar la visión.

Este tipo de terapia natural, es una ayuda de recuperar y fortalecer nuestra visión, de forma que podamos prevenir problemas derivados del uso de las pantallas móviles.

¿Sabías que existen una serie de ejercicios que ayudan a mejorar la capacidad pulmonar? Con ellos, podemos reducir la falta de aire cuando la capacidad de los mismos, se ve limitada. Cuidar la salud de los pulmones, es esencial para el correcto funcionamiento de nuestro cuerpo, ya que permiten el intercambio de oxígeno y dióxido de carbono. El tabaquismo, la edad, la contaminación y otra serie de factores, condicionan la eficiencia de la función pulmonar, limitando su capacidad como ocurre cuando se padece la enfermedad pulmonar obstructiva crónica.

Ejercicios para mejorar la capacidad pulmonar.

RESPIRAR POR LA BOCA. Los ejercicios de respiración, son una forma de relajarnos y mejorar la capacidad de nuestros pulmones, por lo que respirar por la boca, ayuda a mantener las vías respiratorias abiertas por un periodo de tiempo más prolongado. Además para aquellas personas que apenas practican ejercicio físico o no ejercitan sus músculos de forma frecuente, la respiración a través de la boca, les puede resultar más beneficioso en particular. 

RESPIRACION ABDOMINAL. Esta respiración, se centra específicamente en fortalecer el músculo del diafragma, permitiendo que podamos respirar profundamente y mejorar la expansión y contracción de los pulmones. 

ENTRENAMIENTO A INTERVALOS. Durante el ejercicio, es frecuente sentir que falta el aliento, por lo que el entrenamiento a intervalos, puede ser la mejor alternativa al ejercicio regular. Este entrenamiento, implica alternar entre periodos de ejercicio más o menos intensos. Gracias al entrenamiento a intervalos, le damos tiempo a los pulmones para recuperarse antes de que se les requiera funcionar de nuevo. 

Otros consejos que podemos tener en cuenta para tener unos pulmones sanos y usarlos a su máxima capacidad son: 

• Absteniendo el tabaquismo.
• Manteniendo la actividad física. 
• Hidratando al organismo con mucha agua. 

Como bien hemos mencionado en anteriores artículos, esta planta tiene un lugar importante en la medicina tradicional, debido a sus virtudes curativas, ya que con ellas se han conseguido aliviar muchos problemas que afectan a la salud. Uno de los usos más conocidos del romero, es su poder de mejorar la digestión, ya que funciona como protector en el hígado, estimulando sus acciones, al igual que las del páncreas y la vesícula biliar.

Otra de las características del romero, es que contiene propiedades tonificantes y antioxidantes, por lo que en aquellos casos de convalecencia y astenia, puede actuar de forma eficaz contra la fatiga tanto mental como física. Gracias a su efecto antioxidante, participa en el mantenimiento de la memoria, previene el declive intelectual y además, retrasa el envejecimiento de las células. No obstante, el romero también tiene su utilidad en campos como los siguientes:

• Para problemas con el cabello.
• Para la enfermedad de la gota y reumatismos.
• Para las condiciones dermatológicas, como el acné, las heridas, la celulitis o los hongos.
• Para enfermedades como la tos ferina, el asma o la tos espasmódica.
• Para trastornos nerviosos como el estrés y el insomnio.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que los usos del romero, no pueden emplearse en ciertas personas, como en mujeres embarazadas o en periodo de lactancia ni en niños menores de 12 años, así como tampoco en personas que padecen de cálculos biliares.

El Trastorno por Déficit Atencional con Hiperactividad (TDAH), es un diagnóstico complicado y confuso, dado a que no existen unas evidencias clínicas objetivas para diagnosticar el trastorno y la divulgación de los mitos, por lo que se fundamenta el criterio médico. Para evitar confusiones y hacer que el diagnóstico de este tratamiento, sea más simple para los facultativos médicos, a continuación vemos los mitos que deben ignorarse:

• «El TDAH sólo lo tienen los niños». Aunque sea frecuente encontrarla en niños de a partir siete u ocho años, esto no significa que solo afecte a los niños, ya que puede diagnosticarse a cualquier edad, sobre todo en en aquellos adultos que tienen dificultades crónicas en el trabajo.
• «El TDAH es una de las discapacidades que dificultan el aprendizaje». Lo primero que hay que tener en cuenta es que el TDAH, no se trata de una discapacidad, sino de un trastorno que obstaculiza algunas funciones. pero no por ello existe la carencia de las mismas.
• «El TDAH desaparece con el tiempo». Al igual que se dice que se cura con medicamentos, es importante saber que los medicamentos para éste trastorno, se emplean para controlar los síntomas y no desparece con el tiempo tal y como afirma este mito, ya que se trata de un trastorno crónico, que desgraciadamente, dura toda la vida.

Los profesionales médicos, son los que realmente deben establecer la existencia de dicho trastorno o no, por lo que lo más acertado es acudir a una observación y seguimiento preciso, para determinar el diagnóstico temprano. Ignorar mitos como los anteriores, será la mejor opción, pues los mismos no se fundamentan en una formación profesional adecuada, por lo que es crucial fiarse se las afirmaciones de las fuentes autorizadas.

Seguramente hayas escuchado que las nueces, gracias a su consumo, podemos mejorar nuestro rendimiento mental, pero además, gracias a sus propiedades, también beneficiamos a nuestro estómago. Su aspecto peculiar, nos hace recordar al cerebro y contienen un alto nivel nutritivo, ya que son uno de los alimentos más ricos en grasas saludables, proteínas vegetales, magnesio, calcio, etc…

Dado a que las nueces forman parte de los alimentos más completos, sus beneficios más conocidos son:

• Mantienen el buen estado de la piel, gracias a la presencia de zinc y vitaminas del grupo B, ya que evitan la sequedad y la tirantez de la misma.
• Por su alto valor nutritivo, ayudan al desarrollo físico e intelectual, mejorando la concentración y rendimiento.
• Al consumirse a diario, puede aumentar los niveles de serotonina, la hormona relacionada con la felicidad y el bienestar.
• Aumenta la saciedad, por lo que ayuda a perder peso y contribuir a las dietas.
• Son alimentos adecuados para diabéticos, gracias a su bajo contenido en hidratos de carbono.
• Disminuyen los niveles del colesterol malo y el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.

Actualmente, son más los nutricionistas que aconsejan incluir este tipo de frutos secos en las dietas para adelgazar y perder grasa, así como también mejorar los niveles de serotonina, y conseguir el bienestar, con tan solo un puñado de nueces al día.

La memoria semántica, es uno de los tipos de memoria, la cual define todo de nuestro alrededor, en otras palabras, es una pirámide de conceptos que tenemos a nuestra disposición, pues a medida que crecemos, adquirimos conceptos nuevos que componen dicha pirámide de conceptos semánticos. No obstante, no quiere decir que la memoria semántica almacene conocimientos sobre los conceptos, sino que ayuda a identificar y a diferenciar unas cosas de otras.

Debido a que se trata de una memoria que se dedica a los conceptos, no sigue un orden específico, lo que quiere decir que los recuerdos, se basan por las asociaciones. Una de las características principales de la memoria semántica, es su ambigüedad, lo que significa que los conceptos que se almacenan, hacen referencia a múltiples aspectos de la vida y por otro lado, también se trata de una memoria asociativa, ya que asocia situaciones diferentes con experiencias vividas anteriormente, como ocurre cuando conducimos un coche distinto al nuestro.

Para mejorar nuestra memoria semántica, podemos poner en practica los siguientes consejos:

• Clasificar conceptos aprendidos en categorías para evocar los conceptos cuando tengamos que utilizarlos.
• Nombrar las categorías anteriores para poder recordarlas de forma más rápida.
• Practicar actividades que ejercitan la mente, como el caso del ajedrez, ya que estimula todos los procesos cognitivos.

¿Por qué debemos mejorar la memoria semántica? Porque existen alteraciones como las afasias o la enfermedad del alzhéimer, provocando la distorsión del concepto de las palabras.

Escribir de diferentes formas, ayuda a mejorar la salud mental, como la autoestima, el autocontrol o el estrés, por lo que es una actividad incluida en la mayoría de las terapias. Al escribir, se dirige la atención hacia dentro, lo que permite ser más consciente de los propios comportamientos, sentimientos, rasgos, creencias, motivaciones y valores, por lo que todo ello, favorece la autoconfianza y desarrolla la empatía hacia las otras personas que también sufren.

En muchos estudios, se ha demostrado que escribir se emplea como catalizador de procesos como la preocupación, ya que las mismas al exponerlas sobre un papel, aumenta las probabilidad de encontrar las soluciones para las mismas y prevenir que el pensamiento, retorne hacia atrás. La autoconsciencia que genera, es un espectro que solo puede mejorarse mediante la práctica de seguir escribiendo, por lo que al ser una actividad que puede realizarse en cualquier lugar, está al alcance de todos. Para conocer los beneficios que tiene la escritura, es ejemplar poner en práctica actividades estructuradas y orientadas hacia el problema que se quiere dar solución, por lo que existen tres tipos para ello:

• Escritura reflexiva. Es más propia en ambientes profesionales, como en aquellos puestos de trabajo cuya carga emocional es elevada, como la de los médicos, trabajadores sociales o psicólogos.
• Escritura creativa. En este tipo de escritura, se incluye el trabajo de la imaginación y la memoria, pues mediante imágenes mentales o metáforas, se pueden transmitir las ideas abstractas sobre creencias, sentimientos o pensamientos.
• Escritura expresiva. Empleada habitualmente en entornos terapéuticos, cuyo objetivo es escribir sobre sentimientos y pensamientos, que tienen relación con eventos estresantes.

Aunque sea una herramienta principal para identificar, procesar y solucionar problemas, la escritura no tiene por qué ser una herramienta de utilidad para todas las personas, por lo que antes de rechazarlo, se debe intentar para identificar si es la adecuada o elegir otra acorde a las características de cada uno.

Esta condición mental, es una condición de gravedad debido a los episodios de depresión y manías que incluye, aunque cada persona que pueda padecerla, pueda experimentar una tipología y ciclos, en los que el ánimo oscilan entre entre esos cambios, afectando a su calidad de vida. La bipolaridad, suele aparecer en la infancia, perdurando a lo largo de la edad adulta, pudiendo remitir en ocasiones y llegando a aparecer posteriormente tras un tiempo.

Este tipo de condición, supone un desgaste tanto personal, como familiar y laboral. llegando a niveles inmensos, por lo que la medicación es muy importante para ellos. Conocer sus síntomas, permite realizar los diagnósticos tempranos, para solucionar el problema cuanto antes, especialmente en edades de la infancia o de la adolescencia. También, debemos saber que no sólo existe un tipo de bipolaridad, pues todo lo contrario, debido a que existen varios tipos, lo que supone la evolución más abrupta de ciclos de depresión y manía.

Entre los síntomas que pueden determinar el trastorno de bipolaridad, podemos encontrar los más determinantes, que son:

• HIPOMANIA. Se trata de un estado de gran energía, dinamismo y efusividad, que crea el sentimiento de poder hacerse con el mundo, lo cual tiene su impacto positivo, pues permite aumentar la productividad y la creatividad. No obstante, dicha situación puede derivar a conductas exageradas, sobredimensionadas e incluso de riesgo.
• MANIA. Probablemente sea el rasgo que más pueda facilitar el diagnóstico de bipolaridad, ya que generalmente, presenta las siguientes características: hiperactividad, labilidad emocional, aumento en la sociabilidad, sobredimensión de las competencias y habilidades, descuido del aspecto físico…
• DEPRESION. Es otro de los síntomas más distintivos de la bipolaridad, que suele aparecer tras la fase maníaca y unas semanas de normalidad, por lo que se muestra con el ánimo apagado, tristeza, negatividad, falta de energía, pérdida del interés y desesperanza.

La bipolaridad, sigue siendo uno de los problemas mentales más graves que existe entre la población, por lo que el diagnóstico precoz, junto con la atención y el correcto seguimiento de los tratamientos, son elementos fundamentales para la tranquilidad de las personas que lo padecen.