En nuestra infancia, lo más querido y valioso para nosotros eran aquellos juguetes con los que no dejábamos que nadie los tocará por miedo a que pudiesen romperlos o dañarlos. Desde ese momento, podemos desarrollar la responsabilidad para cuidar de aquello que más nos importa.
Un equipo de neurociencia en la Universidad de Cardiff ubicada en Reino Unido, han explorado el impacto positivo que conlleva el juego con muñecas tanto en niños como en niñas. La marca de muñecas Barbi, en colaboración con ésta investigación, revela que el juego con las muñecas, activa en niños y niñas, regiones del cerebro que desarrollan la empatía y habilidades de procesamiento social, como la escucha o la asertividad.
En el momento que los niños y niñas jugaban con estas muñecas, tenían la capacidad de imaginarse sus propios mundos y personalidades al contrario de los juegos de ordenador, de resolver problemas o de construcción.
Las habilidades que desarrollan con estos juguetes, les será de gran utilidad para su futuro.