La misofobia o el miedo a la suciedad, cada día es más frecuente entre la población, ya que a causa de esta, pueden acumularse todo tipo de gérmenes y bacterias. Ser una persona limpia en general, es bueno y normal, pero cuando se convierte en una obsesión, hay que controlarlo. Este tipo de fobia, causa sufrimiento a la persona que lo padece, pues teme poder enfermar a causa de la suciedad.
La misofobia, puede desarrollar en la persona una serie de comportamientos de tipo obsesivo compulsivo, como ocurre en el Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC). Estos comportamientos, como lavarse las manos demasiadas veces al día (más veces de lo recomendado por la pandemia actual), centrar su atención en la suciedad o en los olores corporales, pueden ser síntomas que ayudan a detectar esta fobia.
Existen varios factores que pueden ser los causantes de esta fobia, entre los cuales podemos encontrar factores genéticos o hereditarios, experiencias traumáticas, una educación estricta en cuanto a la limpieza o simplemente por temer enfermar a causa de infecciones. Los síntomas que suelen presenciar los pacientes de dicha fobia pueden ser náuseas, sofocos, escalofríos, orden excesivo, aislamiento social, pérdida del equilibrio. vértigos o mareos, dificultad para respirar…
Muchas personas con este tipo de fobia, solicitan la ayuda de especialistas para recibir terapia y poder continuar su vida de forma normal. La terapia más utilizada, es la cognitiva conductual, pues permite conocer la fobia y poco a poco, poder abatir las preocupaciones excesivas respecto a la limpieza.