Seguramente ambos nombres os suenen, ya que son utilizado en la mayoría de cosméticos y tratamientos para la piel. A continuación, observaremos con detalle qué son y cuáles son sus efectos para la piel.
Los péptidos, son moléculas en forma de cadena que contienen aminoácidos y lo más importante, es que constituyen los componentes básicos del colágeno y la elastina. Estos péptidos son generados por el organismo, pero con el tiempo, la producción de colágeno, se va reduciendo y da lugar a la aparición de arrugas, menos luminosidad, pérdida de la tesitura y hace que se vea más flácida.
Estos péptidos se utilizan para aumentar la producción del colágeno natural, crean un efecto Botox en la piel, además de calmar y relajar la zona donde se aplique, con el fin de reducir la aparición de las líneas y las arrugas.
Por otro lado, el ácido hialurónico es uno de los ingredientes más utilizados para el cuidado y rejuvenecimiento de la piel, ya que actúa para asegurar la estabilidad y mantenerla protegida y renovada de forma constante. También se encuentra de forma natural en nuestro organismo, produciéndose mediante las enzimas que se encuentran en la parte interior de la membrana celular.
Las propiedades que presenta el ácido hialurónico, son especiales ya que tienen la capacidad de retener la humedad de la piel, por lo que la mantiene hidratada y la hace tener un aspecto más brillante. También actúa como una esponja capaz de retener grandes capacidades de agua, aportando volumen, reduciendo las arrugas y disminuyendo las líneas de expresión.