Para controlar todo tipo de alergias, es importante conocer el agente o las sustancias que la provoca y, una vez reconocido, se pueden tomar una serie de alimentos e ingredientes para combatir los síntomas que se presentan. En el caso de las alergias estacionales, estas se producen por una exposición a sustancias que se encuentran en el aire, como por ejemplo el polen, ya que suele manifestarse especialmente en las temporadas de otoño, primavera y verano.
Los síntomas más comunes que se presentan en las alergias estacionales, suelen ser bastante molestas, como el picor de ojos, los estornudos repetitivos, la mucosidad o la inflamación nasal. Estos síntomas, se presentan cuando el sistema inmunitario responde a aquello que se halla en el ambiente. A día de hoy, no existe una alimentación o dieta indicada para contrarrestar los síntomas y las molestias, pero si cabe destacar, que podemos encontrar alimentos, cuyos nutrientes naturales, como la vitamina C o el ácido fólico, ya que actúan en nuestro organismo como antialérgicos, por lo que pueden aportar beneficios a nuestra salud, al añadirlos en nuestra alimentación:
Kiwi, naranja, brócoli y limón: contienen un alto nivel en vitamina C y antioxidantes, estimulando el sistema inmunitario y contribuyendo a fortalecer los tejidos donde suelen aparecer las alergias. Gracias a sus propiedades antiinflamatorias, disminuyen los síntomas de origen respiratorio, frecuentes en la primavera.
Lechuga, lentejas, garbanzos, espinacas, castañas o espárragos: estos alimentos, aseguran al organismo una adecuada producción de glóbulos rojos y aportan una concentración necesaria de ácido fólico, ya que resulta de gran importancia para reducir los síntomas de las alergias y controlar problemas relacionados al asma.
Otras vitaminas y minerales que pueden contribuir al alivio de los síntomas producidos por las alergias estacionales, son la vitamina E y C, los betacarotenos y el magnesio.