Las aftas bucales, también conocidas como llagas, aparecen en la bica ya sea en la zona posterior de los labios, al lado de las mejillas, debajo de la lengua o incluso detrás de la garganta. Pueden muy molestas y dolorosas, y no hay que confundirlas con los herpes labiales, que son producidos por el herpes simple.
Las aftas o llagas, no son contagiosas, ya que pueden aparecer por una infección, por estrés, alergias, cambios hormonales o por falta de vitaminas y minerales, pero en algunos casos, su aparición es desconocida. En la mayoría de los casos, estas aftas desaparecen solas, pero en otros, se necesita un medicamento en concreto para aliviar su dolor y curarlas, como por ejemplo el uso de enjuagues bucales. Entre sus síntomas más molestos, se encuentran los siguientes:
- Dolor de la zona afectada.
- Inflamación de los ganglios linfáticos.
- Incomodidad para ingerir alimentos.
- Fiebre moderada.
Como mencionábamos anteriormente, estas aftas suelen desaparecer por si solas en cuestión de días. No obstante si perduran más tiempo, te recomendamos consultar a un médico para recomendarte el tratamiento antiinflamatorio para acelerar su curación.