La pérdida de audición, puede afectar a toda la población, desde los más jóvenes hasta las personas más mayores. Este problema, interfiere en la vida cotidiana de las personas que lo padecen, pero no todo está perdido para ellas, ya que existen una serie de pruebas médicas que permiten conocer y valor el daño, como es el caso de la audiometría.
Dicha pérdida de audición, aunque pueda afectar a cualquier persona, según los estudios, este problema suele padecerse más por personas mayores de cincuenta años. Entre las causas más comunes que provocan la pérdida de audición, encontramos la exposición continua a los sonidos extremadamente altos o por patologías previas en concreto y para prevenir que el sentido afectado pueda empeorar, en ciertos trabajos, se realizan pruebas de audiometría de forma periódica, con el objetivo de encontrar el problema y tomar las medidas a tiempo.
La audiometría como hemos podido observar, es una prueba médica realizada en el área de otorrinolaringología, que permite definir y evaluar la función auditiva de cada persona, distinguiendo si la zona afectada es la de conducción del sonido o el nervio auditivo. El aparato que se emplea para medir la audición es un audiómetro, ya que emite sonidos con intensidades y tonos diferentes. Es importante acudir sobre todo cuando nuestra vida laboral, gira entorno a constantes sonidos intensos, pues puede provocarnos una disminución auditiva. También puede recomendarse esta prueba si la persona siente que hay sonidos que ya no percibe como anteriormente.