Las personas que tienen hipocondría o son hipocondríacas, tienen la sensación de estar enfermas de manera constante, por lo que acuden muchas veces al médico para intentar resolver el problema. Sin embargo, es solamente la sensación, pues se trata de un cuadro médico psicológico que requiere una atención adecuada cuanto antes. Se trata de una situación psicológica en la que la persona en cuestión, cree padecer una patología muy grave, generándose así misma una preocupación excesiva. Dicha preocupación del paciente hipocondríaco, le hace interpretar cualquier síntoma real o imaginario, como una señal de alta gravedad, por lo que se vuelve obsesivo por su propio estado de salud.
La hipocondría, suele ser más frecuente en ambientes familiares en los que uno o más miembros de la familia lo padecen, aunque esto no quiere decir que se trate de una transmisión genética, si puede concluirse de que exista un ecosistema familiar más pendientes de la enfermedad que otros. Es importante tener en cuenta las diferencias entre la hipocondría de la patofobia, pues ésta, es cuando la persona tiene miedo a padecer una enfermedad grave, por lo que evita a toda costa, visitar o acudir al médico.
Una persona hipocondríaca, es todo lo contrario, pues aumenta sus consultas y la realización de estudios o análisis, dado a que está totalmente convencido de que padece una enfermedad severa, que existe y que nadie encuentra. Dada esta condición, dicha persona recorre diferentes profesionales médicos, con el objetivo de encontrar finalmente un diagnóstico, que en general, nuca recibe, ya que es una obsesión psicológica.