Antes de comenzar recordamos que los antibióticos, son unos medicamentos excesivamente demandados por la población y el hecho de que existan muchos mitos falsos sobre ellos, hace que la población determine su uso de forma incorrecta. El abuso de consumir antibióticos y automedicarse con ellos, provoca una serie de efectos adversos que pueden dañar a la salud, en vez de mejorarla.
Los medicamentos no se pueden emplear de forma injustificada, ya que son sustancias químicas peligrosas. Por esta razón, es muy importante estar informados sobre ellos y no creer en mitos populares. El consejo que lanzan todos los médicos y farmacéuticos, es esencial para la toma correcta de los antibióticos, ya que ellos lo deben recetar dependiendo de la patología que presente el paciente. Dicho esto, veamos por qué no tenemos que creer mitos como los siguientes:
- «Utiliza los antibióticos que tienes en casa». Cada antibiótico, está dirigido para tratar un tipo de infección o dolencia, ya que tienen una serie de pautas e indicaciones de administración concretas. Además, cada persona reacciona de manera diferente a cada tratamiento, por lo que nunca se debe utilizar aquellos ya empezados sin ni si quiera una prescripción previa de un médico.
- «Los antibióticos lo curan todo». Estos fármacos antibacterianos, tal y como indica su nombre, son medicamentos que se utilizan contra bacterias, por lo que no debemos asociar la palabra antibiótico a un medicamento milagroso que vaya a curar todo.
- «La resistencia a los antibióticos no es un problema para personas sanas». Cualquier persona, independientemente de su edad o de su país, puede contraer en cualquier momento una infección bacteriana resistente al tratamiento con antibióticos, por lo que estas bacterias desarrolladas a un mecanismo de resistencia, pueden infectar a cualquier persona y el tratamiento que antes era efectivo, ahora pierde su eficacia a esa enfermedad. Este motivo, justifica lo importante que es no abusar de los medicamentos, para no acostumbrar a las bacterias al mismo y permitirlas que adapten a los efectos antibacterianos.
En conclusión, no debemos creer todas aquellas afirmaciones que merodeen sobre los temas de la salud, pues un mal uso de los medicamentos, puede hacer que estos pierdan su eficacia cuando verdaderamente, tengan que ser utilizados como tratamiento. Recuerda consultar siempre con un profesional sanitario, ante cualquier duda sobre el tratamiento que consideres tomar, siempre que sea prescrito por el mismo.