La fístula dental es una afección producida por una infección en la boca, un trastorno que es bastante frecuente, por lo que seguramente muchos la hayamos sufrido alguna vez e incluso sin darnos cuenta. Se denomina fístula dental a una vía anormal de drenaje que el cuerpo crea con el fin de liberar el contenido de una infección interna hacia el exterior y aunque suele tratarse de un canal que atraviesa el hueso y se abre paso sobre la superficie de las encía o el paladar, lo cierto es que requiere un tratamiento odontológico y una serie de cuidados de forma inmediata.
La presencia de esta fístula dental en la boca, es un signo que indica un proceso infeccioso, dando lugar a un absceso dental con exterior. Los abscesos dentales, es una formación de pus en las proximidades de una pieza dental, un proceso que se desarrolla a consecuencia de una infección bacteriana en los tejidos tanto dentarios como periodontales. La ubicación más frecuente de estos, es en los lados de los dientes o en la zona de las raíces. Dichas fístulas dentales, tienen como objetivo intentar sacar el pus de los abscesos hacia el exterior, de tal forma que evitan que el agente infeccioso se siga propagando y acumulando en el interior de los maxilares.
Cuando una de las fístulas dentales aparecen en la cavidad oral, la misma puede causar dolor y molestias agudas penetrantes en la zona, aunque otras veces, la salida del pus puede convertirse en un alivio para el paciente, al liberar las presiones internas y disminuir por lo tanto el dolor producido por los abscesos. Sin embargo, otras personas pueden no sentir nada y dicho proceso, pasar desapercibido. Otro de los síntomas de la fístula dental, es el enrojecimiento del tejido de donde se ubica y la inflamación de la zona, presentándose normalmente sobre la encía, en el paladar o en los laterales de los dientes, aunque en casos puntuales, puede llegar a observarse sobre la piel del rostro.
Por otro lado, es muy frecuente que el paciente presente un sabor amargo en la boca, tenga sensibilidad o dolor en la pieza dentaria afectada o en otras zonas del cuello, la cara u oídos, puede provocar la inflamación del rostro y originar la fiebre a causa de la infección. El diagnóstico de las fístulas, suelen hacerse mediante exámenes bucodentales y por radiografías orales, ya que durante esta inspección se puede observar muchos problemas orales.