Tener un seguro de vida sirve para proteger a los familiares ante una situación adversa asociada al fallecimiento o invalidez permanente absoluta del titular. Contratar este tipo de póliza no es obligatorio, aunque sí resulta recomendable especialmente si el asegurado es la principal fuente de ingresos del hogar.
Veamos las principales ventajas que aporta contratar un seguro de vida:
- Proteger el futuro de las personas que más nos importan: ¿Alguna vez te has planteado qué le pasaría a tu familia si te sucediese algo? Los seguros de vida ofrecen una respuesta que convence: dispondrían de ingresos suficientes para satisfacer sus necesidades diarias. El seguro de vida protege a los individuos, aportándoles la estabilidad económica que precisan ante situaciones tan difíciles como el fallecimiento o invalidez total del asegurado.
- Se convierte en un apoyo fundamental en momentos importantes de la vida: Ante una circunstancia fatídica, los familiares que dependen económicamente del asegurado recibirían una cantidad establecida por contrato para hacer frente al impacto económico que supondría su muerte o invalidez permanente, ya sea para pagar un préstamo o hacer frente a la hipoteca. Las personas que contratan un seguro de vida pueden estar tranquilas al saber que sus familiares e incluso ellas mismas no tendrán ningún problema a la hora de satisfacer sus deudas.
- Contratar un seguro de vida compensa: En realidad, se trata de una decisión personal y voluntaria, aunque estamos hablando de un importe asumible que cobra gran importancia en momentos trascendentales de la vida.
- Bonificaciones fiscales: Pese a que la contratación de seguros de vida debería estar más bonificada a nivel fiscal (IRPF e impuesto de sucesiones), sí ofrece determinadas ventajas fiscales. Si la suscripción de la póliza está vinculada a una hipoteca, es posible desgravarse un tanto por cierto del importe destinado a la compra de la vivienda. Si el asegurado es autónomo, podrá añadir el pago del seguro a su declaración de la renta hasta un importe máximo de 500 euros, siempre y cuando tomador y beneficiario sean la misma persona.
Una persona que hoy parece gozar de buena salud y de una situación económica solvente, al día siguiente podría cambiar de situación inesperadamente. Disponer de un seguro de vida puede resultar útil tanto para el asegurado como para sus familiares, convirtiéndose en la solución idónea para responder ante un futuro desconcertante sin recursos.