La gran parte de los efectos del sol sobre nosotros son beneficiosos, ya que en particular es una fuente fundamental de vitamina D y no se debe evitar drásticamente su exposición sino más bien evitar su exposición prolongada, pues las actividades al aire libre fomentan las relaciones sociales e incrementan nuestra salud física, pero el tiempo excesivo bajo la radiación solar, puede perjudicarnos llegando a producir quemaduras y aumentando el riesgo de padecer cáncer de piel..
Las radiaciones ultravioleta UVA y UVB, son las responsables que aparezcan estos efectos perjudiciales del sol, teniendo mayor riesgo de provocar problemas de salud a personas que tienen una o varias de las siguientes características:
- Personas con pecas.
- Antecedentes familiares de cáncer de piel.
- Exposición excesiva al sol en los primeros años de vida.
- Piel muy clara, ya que se queman con facilidad.
- Personas con muchos lunares o lunares raros conocidos también como nevus.
Para evitar que los rayos del sol nos beneficien siempre y no nos causen ningún tipo de daño recuerda:
- Antes de la exposición: protege tu piel con lociones y cremas.
- Durante la exposición: mantente hidratado/a.
- Tras la exposición: aclara tu cuerpo con una buena ducha para refrescarlo y aplica otros productos como aftersun para una mayor sensación de alivio.