A consecuencia de la pandemia que estamos viviendo, nuestra mejor arma para derrotar al virus es sin lugar a dudas el distanciamiento social con los dos metros de distancia entre personas.
Sin embargo, esto atrae a su vez una serie de consecuencias psicológicas y sentimentales que es difícil de aliviar ya que siempre tenemos ganas de abrazarnos y sentirnos arropados de nuestra familia o conocidos que llevamos tiempo sin ver. Estas consecuencias, pueden desencadenar la ansiedad, malestar o estrés entre otros efectos adversos que podemos sentir por la falta de la cercanía que necesitamos de los demás.
Por lo que de momento, nos queda ser solidarios, ya que si nos cuidamos a nosotros mismos también cuidamos de los demás. Contamos los días para poder sentirnos más cerca que nunca.