Esta planta en la época de los romanos, servía para hacer los baños más relajantes y, actualmente, es usada para aliviar los síntomas del estrés tanto de forma física como emocional. No es difícil encontrar esta planta al igual que el tomillo o el romero, ya que pueden encontrarse en el campo, ciudades o mercados para plantar en casa preferiblemente en el mes de julio. Se puede diferenciar de otras, gracias a su color violeta y su magnífico olor.

No solo puede usarse para aliviar el estrés o tener baños aún más relajantes, sino que también puede utilizarse para otros usos y beneficios.

• Puede utilizarse como un antiséptico natural con un par de gotas, ayudando a disminuir el sangrado de heridas y evitando que se produzcan infecciones.
• Ayuda a reducir el insomnio, calambres e incluso problemas cardiovasculares.
• Durante la primera Guerra Mundial, era usada para inhibir bacterias en el estómago, ya que ayuda a regular el sistema digestivo.
• El aceite elaborado con lavanda, sirve para la calmar la irritación de la piel y es efectiva en varios tratamientos para enfermedades como la psoriasis y la dermatitis.
• Los difusores de lavanda, se usan a menudo en aromaterapias, ya que relaja los nervios y consigue un descanso más profundo.
• En cosméticos, se utiliza esta planta para proteger la piel de radicales libres, dado a que hace que la piel tenga un aspecto más suave y saludable. También sirve para combatir el acné o reducir imperfecciones en la piel.