Aquellas manchas o lunares a las que llamamos antojos y que están presentes en nuestra piel desde que nacimos, corresponde a su definición más correcta que son los angiomas, compuestos por pequeños vasos sanguíneos. Se pueden encontrar en cualquier parte del cuerpo, y su forma puede ser cualquiera, redonda, extendida o pequeña, al igual que su color, ya que puede ser de una tonalidad más clara o más oscura. Aun que estas manchas o marcas, puedan ser benignas y naturales, hay muchas personas que acuden al médico para quitarlas, ya sean por razones estéticas o por incomodad e incluso, para una revisión, ya que no todas esas manchas han podido estar siempre, sino que hayan aparecido, por lo que un médico especialista, debe analizarla.
Existen varios tipos de angiomas, ya que cada uno es diferente y presentan otra clase de síntomas o aspectos:
- Angioma senil: suele aparecer en personas de 45 años o más a causa del envejecimiento de la piel. Su aspecto es de un lunar de color rojizo bastante llamativo, pero de forma pequeña y a veces, es difícil de apreciar, ya que suele aparecer en el en tronco o en la espalda.
- Angioma fresa: su color frecuente es morado exceptuando casos en los que su color puede ser, azul, negro, o rojo. Puede aparecer en una forma única o en grupo, creciendo hasta medio centímetro por lo que puede ser más visible, y una de sus características como diferencia, es que al golpearse suele sangrar de forma considerada.
- Angioma cavernoso: este angioma aparece por el crecimiento y aparición de un conjunto de vasos sanguíneos. Su característica que puede diferenciarle de los anteriores, es que puede aparecer tanto en la piel como en los órganos internos de nuestro cuerpo, y sus raíces son más profundas. Puede ser pequeño y en algunos casos, superar los cinco centímetros, teniendo una forma abultada confundiéndose frecuentemente con verrugas.
- Angioma araña: suele ser más frecuente en el embarazo y en la infancia. Tiene la apariencia de una pequeña rojez con un punto central, lo que muchas personas pueden identificar como la rotura de un vaso sanguíneo, y de ahí su parentesco a la araña. Se encuentra en la superficie de la piel y puede aparecer, tanto en las extremidades como en el cuello o dorso de las manos.
Estos angiomas se consideran por el crecimiento de los vasos sanguíneos y aunque ninguno de ellos supongan un riesgo para la salud, sea cual sea el que encuentres en tu cuerpo, acude a tu médico para derivarte a un dermatólogo y realizar un análisis o estudio del mismo para poder estar más seguro.