El gateo, es la primera forma que usamos los seres humanos para desplazarse, siendo una clave fundamental para el desarrollo muscular y la coordinación tanto visual, como motora. Los bebés, comienzan a gatear cuando empiezan a hacer uso de los brazos y piernas para moverse de manera independiente, que por lo habitual, suele ser entre los 6 y 10 meses.
No sólo existe una forma de gatear, sino que puede darse de distintas formas y todas ellas, tienen los mismos beneficios para los bebés, siendo los siguientes:
- Favorece la coordinación visual y motora, preparándose para caminar, ya que visualiza donde poner el ojo y posteriormente el pie.
- Permite desarrollar los sentidos, al estimular su curiosidad y aumentar las ganas de descubrir todo lo que les rodea. Averiguan nuevas texturas, colores, sabores y olores, contribuyendo al desarrollo del cerebro y favoreciendo un mejor rendimiento cognitivo y emocional.
- Mejora el equilibrio, creando reacciones de apoyo y equilibrio, al apoyar su peso de una mano a otra y de un pie a otro para poder desplazarse, mejorando la estabilidad cervical y pélvica, por lo que adquiere una alineación correcta de la columna y controla el movimiento de la pelvis.
- Desarrollan a musculatura, ya que el bebé usa de forma coordinada los brazos y las piernas, lo que le ayuda a tonificar los musculatura para posteriormente, poder sentarse y caminar.
- Ayuda a desarrollar su autonomía ya que el bebé comienza a ir y venir, tomando sus propias decisiones.
- Establece el espacio- tiempo en el bebé, calculando el tiempo que le lleva ir de un punto a otro.
Como bien decíamos anteriormente, esta etapa tan importante, suele comenzar cuando el bebé tiene entre 6 y 10 meses, ocurriendo también cuando puede sentarse por sí solo, aunque también, existen diferentes formas para estimular al bebé para que empiece a gatear, como utilizar objetos que llamen su atención, gatear junto a él, poniendo una carrera de obstáculos o situando al bebé boca abajo, para que por sí sólo, se levante y empiece a gatear.