Diferencias entre: Estres y Ansiedad

Aunque muchas veces se empleen como sinónimos, ambos trastornos tienen sus propias características y sintomatologías que los diferencian, aunque si es cierto que suelan estar relacionados y puedan aparecer juntos, no debemos confundirlos, pues como ya hemos mencionado, ambos son diferentes. Tanto el estrés como la ansiedad, pueden ser de diferentes tipos, cada cuál con síntomas y dolencias diferentes al resto. En el caso de la ansiedad, podemos encontrar el trastorno de ansiedad generalizado, el trastorno obsesivo compulsivo o los ataques de pánico, y por otro lado en el caso del estrés, se puede padecer estrés laboral, agudo, crónico…

Entre las diferencias del estrés a la ansiedad, podemos fijarnos en el origen de los mismos, pues aunque puedan estar relacionados y aparecer a la vez, su origen puede ser diferente. A continuación diferenciamos cada una de estas afecciones:

Estrés. 

El estrés ocurre cuando la persona no tiene o piensa que no tiene las capacidades, habilidades o el tiempo necesario para hacer frente a una situación en concreto, en otras palabras, se produce un desajuste entre la demanda específica y los recursos para afrontar una demanda. El estrés continuado, puede provocar otra serie de problemas que agraven la situación, como por ejemplo la desmotivación, la fatiga emocional o la despersonalización. Los factores que desencadenan el estrés, son externos, pues las circunstancias del momento, sobrepasan a la persona. El estrés suele finalizar, cuando la situación estresante desaparece o se ha superado, por ejemplo cuando conseguimos realizar aquello que veíamos imposible de realizar.

Ansiedad.

La ansiedad puede aparecer a causa de una reacción de alerta, que puede estar asociada con el miedo y la preocupación constante, como por ejemplo puede darse ante la idea de que va a producirse algo malo. También cabe destacar, que una situación estresante, puede provocar ansiedad entre uno de sus síntomas, produciendo otros como los dolores de cabeza o la depresión. Los factores que desencadenan la ansiedad, a diferencia de los del estrés, con internos, es decir, los pensamientos de la ansiedad son catastróficos, ya que generan preocupación, angustia, miedo y anticipación de los hechos improbables. La ansiedad, puede perdurar algo más en el tiempo, pues se asocia a pensamientos internos propios de cada uno, que son irracionales ante una idea, por lo que depende de reconstruir la realidad que la persona tiene.

Por lo tanto y como has podido comprobar, dado a que su origen, síntomas, desencadenantes y tiempo de duración son totalmente diferentes, está claro que sus tratamientos también lo serán.