La hipoglucemia, es el bajo contenido de azúcar en sangre, caracterizándose por provocar síntomas como mareos, fatiga, sudoración, palpitaciones, temblores y piel pálida. Esta condición, suele ser frecuente a la hora de realizar ejercicios aeróbicos o anaeróbicos, y aunque sea común, no significa que sea una condición sana. Seguramente, hayas podido presenciar un caso de hipoglucemia, como por ejemplo en carreras de ciclismo o maratones, donde se denomina como «golpear a la pared».
Al realizar actividad física, la glucosa actúa como el combustible que necesita el cuerpo para funcionar a pleno rendimiento, por lo que se aprovecha para compensar el gasto de energía que supone el esfuerzo tanto físico como mental, al hacer ejercicios de alta intensidad. Cuando las reservas de glucosa no son suficientes, el organismo se descompensa y da lugar a un cuadro de hipoglucemia.
Para evitar que esta condición se manifieste, lo primero que se debe tener en cuenta, es la modificación de la dieta en relación con el tipo de actividad que se vaya a realizar, pues todo deportista principiante o con bastante experiencia. debe tener un régimen alimentario que este a la altura de su demanda energética. Se recomienda evitar la distribución de las tres comidas y sustituirlas por porciones de seis a lo largo del día, incluyendo como protagonistas la suplementación y los carbohidratos, incluyendo además otros grupos nutricionales, para que la alimentación sea equilibrada.
Es muy importante no saltarse los desayunos y sobre todo, evitar salir a entrenar en ayunas, pues la mayoría de los casos de hipoglucemia, se generan cuando las personas entrenan en estas condiciones.