Al igual que nuestro sistema inmunológico, la piel también reacciona ante los cambios de estación, presentando síntomas como la piel seca o escamosa, que se manifiesta tras el aire frío, la baja humedad y los vientos invernales, debido a que reducen la humedad de la piel. Esto no sólo puede ocurrir en los brazos, sino que también puede manifestarse en la cara, las manos y en las otras partes del cuerpo expuestas a los elementos climatológicos mencionados.
Para prevenir que los síntomas como la irritación, la picazón, la textura rugosa o el enrojecimiento, podemos tomar una serie de medidas como las que mencionamos a continuación:
- Hidrata desde dentro hacia afuera. nuestra dieta y alimentación, puede aportarnos hidratación y brillo a nuestra piel. Esto puede conseguirse tras consumir alimentos ricos en ácidos grasos de Omega-3 y en antioxidantes, ya que protegen las células de los daños ambientales y contribuyen a la creación de células sanas.
- Evita el uso excesivo de exfoliantes. Aunque la exfoliación nos permita eliminar las células muertas de la superficie lipídica, realizarlo en exceso puede provocar sequedad. Además, suelen recomendar evitar realizarlo cuando la piel está áspera, agrietada o irritada, por lo menos hasta que se haya curado.
- Hidrata la piel tras lavarla. Cada vez que nos lavemos la cara y el cuerpo, eliminamos los aceites naturales que produce, por lo que perdemos la humedad retenida. Para recuperarla, es importante hacer uso de las cremas hidratantes cada vez que la piel sea lavada, especialmente en invierno.
- No olvides la protección solar. Si, incluso en invierno debemos utilizar cremas solares, ya que aunque las horas del sol sean minuciosas, los rayos ultravioletas pueden ser igual de peligrosos para nuestra piel expuesta. Es aconsejable aplicarla por las mañanas tras aplicar una crema hidratante.
- Elige desmaquillantes con hidratación y sin alcohol. Debido a que el alcohol puede conllevar molestias en pieles irritadas, se aconseja optar por aquellos que no tengan dicha sustancia y elegir aquellos, que tengan tanto la función de desmaquillar como de hidratar, para optar suavidad y brillo al rostro.
Muchos cuidados de los que tenemos en nuestras rutinas de verano, son importantes de mantener también en invierno, pues aunque el sol vaya disminuyendo en cuanto a fuerza y duración, otros factores climatológicos de la estación, pueden requerir los mismos cuidados ajustando su cantidad.