Suplementos en la tercera edad

Los suplementos, sirven para aportar al organismo, las vitaminas o los micronutrientes que no se obtienen de manera necesaria con la dieta. Para hacer un uso adecuados de ellos en la tercera edad, deben fijarse con el objetivo de contribuir a prevenir algunos problemas de salud. Durante esta edad, son muchos los factores que conllevan a un mayor riesgo de padecer enfermedades, como las deficiencias nutricionales, los cambios hormonales y la deshidratación.

Actualmente, podemos encontrar una amplia variedad de complementos alimenticios, que contribuyen a favorecer el bienestar en las personas mayores. Principalmente, hay que saber que el proceso de envejecimiento, lleva una serie de cambios en el organismo, como las funciones del metabolismo, la saciedad, la pérdida de peso… Además, suele presenciarse una reducción en el consumo de grasas, calorías y proteínas, comúnmente presentados los déficits de vitaminas como la A, C y D.

Para que el cuerpo pueda funcionar de forma eficiente, requiere obtener un aporte suficiente de nutrientes esenciales. Al existir un tipo de déficit, los sistemas del organismo, comienzan a presentar problemas como los siguientes:

  • Deficiencia de calcio y vitamina D. El calcio, es un mineral esencial para la salud de todos los huesos, la sangre y otros sistemas del cuerpo.
  • Niveles mínimos de ácido fólico. Este es un tipo de vitamina B, que interviene en la regulación de hemoglobina y proteínas, produciendo su escasez, tipos de anemia acompañado de fatiga y llagas bucales.
  • Deficiencia de potasio y magnesio. El magnesio, desempeña un papel fundamental en las funciones musculares, por lo que su deficiencia se relaciona con la debilidad muscular y las convulsiones. Por otro lado, el potasio contribuye al correcto funcionamiento del sistema nervioso y el ritmo cardiaco, y si se carece del mismo, conlleva un incremento de la fatiga y daños musculares.
  • Deficiencia de vitamina A. Su falta en el organismo se relaciona con un mayor riesgo de enfermedades visuales, infecciones y trastornos en la piel.

Los suplementos a considerar ante deficiencias como las mencionadas anteriores, deben ser consultadas con un médico o nutricionista, para indicar las pautas y cantidades que deben tomarse.