Aunque la mayoría de las veces pueda ser un dolor soportable, hay ciertas señales de alerta que se presentan junto al lumbar agudo, que pueden manifestar posibles complicaciones, por lo que hay que prestar atención y acudir a un médico cuanto antes, especialmente si se detecta una reducción en la movilidad, si se presenta fiebre o dolor en otras articulaciones y si hay pérdida de peso. También, se recomienda consultar al médico especialista en caso de existir antecedentes, sensación de enfermedad, tras una drástica pérdida muscular o por una deformidad evidente.

El dolor lumbar agudo, puede hacerse frente con el uso de analgésicos, corticoides, con visitas al fisioterapeuta y con relajantes musculares. Durante el tratamiento que se esté llevando a cabo, es importante que el paciente aprenda a sobrellevar el dolor en su hogar, con algunos de estos consejos:

• Aplicar calor o hielo en la zona del dolor.
• Suspender el ejercicio o las actividades físicas durante los primeros días.
• Tomar analgésicos de venta libre, para que ayuden a disminuir el dolor, como el ibuprofeno.

Una de las pautas que suelen indicar los facultativos médicos, es el reposo en cama, salvo que el dolor sea insoportable, también suelen indicarse tras los primeros días, realizar ejercicios aeróbicos y el paciente se apoye de terapia física.