La obesidad sigue siendo uno de los mayores problemas de salud que continua en la sociedad, llegando a ser considerada incluso como una epidemia en los últimos años. Muchas veces, suele confundirse con el sobrepeso, pero aunque puedan tener algunas similitudes, ambas son diferentes en cuanto a sus síntomas. La obesidad, es una condición más compleja de lo que puede parecer, ya que no sólo se asocia con el consumo desordenado de alimentos sino también, con desórdenes endocrinos, genéticos y de los usos de ciertos medicamentos que pueden desarrollarla.
Debido al malentendido que existe entre el sobrepeso y la obesidad, muchas personas no saben que son personas obesas. Estos pacientes, comprometen su futuro, ya que la diabetes tipo 2, la hipertensión, las enfermedades cardíacas, la artritis, los accidentes cerebrovasculares o ciertos tipos de cáncer, entre otras enfermedades, son las principales complicaciones que pueden sufrir. A continuación, detallamos los síntomas más frecuentes de la obesidad:
- Acumulación excesiva de grasa corporal. Este es un signo que se aprecia a simple vista, de forma que es difícil de ignorar. Esta grasa suele clasificarse en subcutánea y visceral, siendo la primera en la que se acumula en zonas externas como el abdomen, las caderas o los músculos, y la segunda, se acumula solo en el abdomen, siendo una grasa interna que se acumula entre los órganos.
- Problemas psicológicos. La obesidad tiene una estrecha relación entre el peso y los problemas psicológicos como la ansiedad y la depresión. Estos pacientes, también tienen más probabilidades de desarrollar fobia sociales, trastornos de alimentación, baja autoestima, etcétera.
- Cantidades del índice de masa corporal (IMC). Este cálculo matemático, tiene en cuenta el peso y la estatura de una persona, para concretar categorías de peso, por lo que con ella, se puede determinar si se padece obesidad, sobrepeso, o si cuenta con valores saludables.
- Dificultad para realizar actividades cotidianas. Las personas con un gran exceso de grasa corporal, tienen mayor dificultad para realizar tareas de la vida cotidiana, pudiendo derivarse dicha dificultad, en una incapacidad. Estas tareas son tales como subir escales, hacer actividad física o limpiar la casa y demás.
- Mayor fatiga. Al verse limitada la libertad de movimientos corporales por el exceso de grasa, la persona emplea más esfuerzos para realizar las actividades cotidianas, por lo que supone experimentar una sensación elevada de fatiga, una tendencia a querer dormir con más frecuencia y una disminución de energía.
Otros síntomas característicos de la obesidad, como la dificultad para respirar, los dolores en articulaciones y espalda, problemas de colesterol alto, estreñimiento, ronquidos, incontinencia urinaria o exceso de sudoración, pueden ayudar a la persona a considerar que se padece la obesidad. s