Muchos alimentos y productos naturales, contienen propiedades que pueden contribuir al alivio de algunos síntomas gripales y su uso, a día de hoy, siguen siendo vigentes pese a la amplía de productos farmacológicos que existen con el mismo objetivo. Ingredientes tales como la miel, el ajo o el limón, destacan entre otros, representando de tal forma, la mejor opción natural para calmar los síntomas de la gripe.
En muchos casos, la gripe va evolucionando a medida que pasan los días y puede llegar a mejorar incluso, sin la necesidad de seguir un tratamiento para ello. Aún así, los síntomas que se desarrollan con la afección, pueden dificultar la realización de las tareas rutinarias, siendo muy molestas para la persona que lo padece.
- Té de jengibre. El jengibre, ya era un ingrediente muy empleado en la medicina tradicional, debido a que ayuda a calmar los síntomas característicos de los resfriados y gripes. Gracias a sus cualidades antivirales y su contenido en compuestos fenólicos, estimula a las defensas y disminuye la fiebre.
- Jugo de aloe vera, miel y limón. El aloe vera es popularmente conocido en el área de la medicina, gracias a sus propiedades cosméticas y antiulcerosas, pero también debemos saber que actúa como antiviral. Cu combinación junto con la miel y el limón, aumenta de forma generosa sus efectos y aporta a este jugo, una mejora en su sabor.
- Té de ajo, limón y miel. También el ajo, ha sido siempre un protagonista en muchos de los remedios caseros, para hacer frente a la gripe. Según varios estudios, el ajo contiene propiedades inmunomoduladores, que ayudan a mejorar la respuesta del sistema inmune contra los virus. Su combinación con el limón y la miel de abeja, aporta nutrientes que fortalecen también a nuestro sistema inmunitario, pues la miel, se emplea como coadyuvante contra síntomas como la tos y la irritación de las vías respiratorias.
Como has podido comprobar, algunos tratamientos caseros como los anteriores, pueden ayudar a sobrellevar y aliviar, las molestias ocasionadas por afecciones como la gripe o los resfriados.