La migraña, es un dolor de cabeza pulsátil, cuya intensidad puede variar en cada caso, llegando a limitar las capacidades de la persona que la padece, pues en consecuencia pueden desarrollarse mareos, náuseas, sensibilidad a la luz, al sonido y a los olores. Eliminarlas de forma natural, puede parecer un procedimiento elaborado, constituido por el uso de diferentes remedios, pero en realidad, se trata de algo más sencillo y fácil de aplicar, tanto al principio de que comience el dolor como cuando ya se haya desarrollado. A continuación detallamos algunos remedios naturales para detener las migrañas:

BEBIDAS PARA ELIMINAR LAS MIGRAÑAS.

• Manzanilla. Al tener múltiples aplicaciones medicinales debido a sus propiedades medicinales, antiinflamatorias y analgésicas, se considera que esta infusión, es una aliada esencial para eliminar las migrañas.
• Té de hierba de limón. Es excelente para combatir de forma natural los dolores de cabeza y eliminar la migraña, pues se le atribuye propiedades diuréticas y analgésicas.
• Jengibre. Otro gran aliado para combatir las migrañas es el jengibre, debido a sus propiedades analgésicas y antiinflamatorias. Recuerda que antes de utilizarlo para eliminar las migrañas, debes consultar con el médico, pues en algunos casos puede estar contraindicado para ciertas personas.

MANTENER UNA BUENA HIDRATACIÓN PARA ALIVIAR EL DOLOR. Una buena hidratación no solo ayudará al organismo a realizar todas sus funciones de forma adecuada, sino que también contribuirá a prevenir todo lo que conlleva una deshidratación. Debido a esta razón, uno de los hábitos más beneficiosos para los pacientes que sufren de migrañas, es el consumo abundante de agua a lo largo del día.

OTROS CONSEJOS PARA ALIVIAR LAS MIGRAÑAS DE FORMA NATURAL. El consumo de ciertos alimentos pueden desencadenar las migrañas, por lo que evitarlos es otro método de prevención. Dichos alimentos son: los productos lácteos, los alimentos procesados, fermentados, marinados o adobados, las nueces u otras semillas, las carnes que contienen nitratos como las carnes curadas o los alimentos que contienen tiramina, como por ejemplo los higos o el hígado de pollo.