Dedicarnos tiempo, es ofrecernos una serie de autocuidados para garantizar el bienestar en uno mismo. Los automasajes faciales, además de tonificar nuestro rostro, también nos ofrecen la relajación de los músculos faciales y contribuye a reactivar la circulación sanguínea. Estos pequeños masajes, servirán finalmente, para conseguir un aspecto más descansado. Al llegar a casa tras un largo día de actividades y trabajo, podemos notar cansancio, con el rostro agotado, apagado, con ojeras y con cierto dolor en la sien, a causa del estrés y la ansiedad. Por esta razón, a continuación te detallamos un consejo para contribuir al alivio y tonificar el rostro de forma divertida, tal y como se tratan los automasajes faciales.
Estos masajes, al aplicarse de forma adecuada, pueden ofrecer una ayuda para combatir problemas como la parálisis facial, debido a que estimula la circulación sanguínea y tonifican la piel. Aun así, es importante consultar con un médico en los casos más determinados, `para que nos aconseje el tratamiento más efectivo y adecuado.
Lo primero que debemos hacer para comenzar con un automasaje facial, es limpiar la piel empleando nuestros productos de cosmética que más nos guste, o con una infusión de manzanilla. Con un algodón, vamos humedeciendo la piel y tras ello. podemos trabajar las zonas de las mejillas, pues en primera estanca, es donde empieza a perderse la tersura y comienza la flacidez. En segundo lugar, tenemos que sonreír, pues con este gesto, ayuda a tensar los músculos de las mejillas, haciendo que estas se eleven. Tras este paso, con el dedo índice y corazón, debemos empujar las mejillas hacia arriba y hacia abajo sin ejercer mucha fuerza.
Continuando por la zona superior de la cara, tal y como son los ojos y las cejas, debemos poner los dedos índice y pulgar por encima de las últimas para tirar de ellas hacia arriba, durante unos diez segundos. Esto sirve para combatir el descuelgue de los párpados, ya que con este ejercicio se refuerzan los músculos de dicha zona. En la zona de los ojos, el masaje será mucho más suave, apretándolos delicadamente durante unos cinco segundos y masajeándolos con los dos dedos.
Por último, para masajear la zona del entrecejo y la frente, debemos situar el dedo índice en el entrecejo, dando masajes circulares, para conseguir que el músculo se ejercite y se mueva. Centrándonos en las sienes como última zona a masajear, colocaremos nuestro dedo índice y haremos masajes circulares en cada lados de las mismas, durante al menos, tres minutos.