El dolor de garganta al tragar, es una afección que seguramente todos hayamos padecido alguna vez, generalmente, la mayoría de las veces se trate de episodios puntuales, debido a una rápida deglución o a ciertos ingredientes. Cuando sucede de forma frecuente, se puede tratar de una afección algo más aguda. El término que asocian los médicos a esta afección es odinofagia, la cual también puede desarrollarse incluso tras la ingesta de líquidos, y en diferentes grados de intensidad, cuando se ha extendido por varios días y compromete la calidad de vida de las personas.
Muchos son los investigadores que afirman que el proceso de diagnóstico, es imprescindible para encontrar las causas reales de la disfagia u odinofagia, por lo que hay que encontrar exactamente la razón que está incentivando dicha afección. A continuación, te mostramos las causas más frecuentes del dolor de garganta, que se da al ingerir cualquier tipo de alimento:
- Debido a la sequedad ambiental. El aire interior seco, puede provocar que la garganta se seque, traduciéndose en que sus paredes, adquieren una textura áspera, que pueden interactuar negativamente en la deglución de los alimentos. El aire seco también puede intervenir en la producción de saliva, por lo que puede entorpecer más aún el proceso, provocando que el tránsito de los alimentos sea más lento, por la ausencia de humedad o el aumento de temperatura.
- Debido a faringitis. La faringitis es la causa más frecuente de este problema, pues se trata de una afección bacteriana que en consecuencia, produce dolor, irritación e inflamación en la faringe. Aunque sea más frecuente en niños, también puede desarrollarse en personas de cualquier edad.
- Debido a alergias. Las alergias al polen, a las mascotas, al polvo o a los ácaros, son también una causa del dolor de garganta al tragar. Los síntomas, aunque sean variados, su intensidad está condicionada por la sensibilidad, siendo la más frecuente, la inflamación de la garganta, lo que produce como consecuencia padecer este dolor al comer o al beber.
Para aliviar la situación, podemos tomar antibióticos indicados por nuestro especialista médico o seguir las indicaciones más precisas y concretas que él mismo nos recomiende. Cuando se trata de un problema viral, generalmente se espera a que el organismo elimine el virus por sí sólo o con la ayuda de un tratamiento sintomático.