La psicología positiva acompaña a las a personas a que puedan reconocer cuales son sus cualidades y fortalezas, un trampolín que contribuye a resolver de mejor forma las dificultades y a aumentar su bienestar. Hay quienes describen la psicología positiva como aquella encargada de enfocarse en el desarrollo del potencial de las personas, enfatizando sus virtudes y fortalezas, puesto a que uno de sus fundamentos, pone el foco en los recursos de los sujetos con lo que pueden mejorar su calidad de vida.

Partiendo de ese punto, es cuando dicha psicología realiza un posicionamiento crítico hacia la forma en la que venía trabajando la psicología general, convirtiéndose en un modelo o sinónimo de psicopatología en vez de reforzar el potencial de los seres humanos. La psicología tradicional se orienta entre otras cosas a reparar el daño, mientras que la psicología positiva, está más enfocada en seguir una serie de estrategias orientadas a reconocer el desarrollo de recursos y fortalezas, para acompañar a las personas en el camino hacia una calidad de vida y bienestar notorios, o lo que es lo mismo, aprendiendo a ser felices.

Todo el esfuerzo de esta psicología, se pone en la gestión de las emociones y en el contacto con esas experiencias que motivan y entusiasman a cada uno. Al igual que es importante sanar aquello ocurrido en el pasado, también es importante considerar la importancia del autoestima, el autoconocimiento, la introspección y la resiliencia. Además desde la psicología positiva, se trata de atar cabos sueltos que otras teorías, como por ejemplo la inteligencia emocional o la teoría de las necesidades. Los objetivos que trata la psicología positiva son:

• Adoptar una actitud optimista y de resiliencia, lo que significa que se debe ser capaz de pensar en que las cosas pueden salir bien y dedicar tiempo a imaginar escenarios satisfactorios y emocionales, evitando los pensamientos que producen mal estar y todo lo negativo.
• Identificar metas y objetivos de uno mismo, orientando nuestro tiempo y esfuerzo hacia aquello que deseamos.
• Ocuparse del aquí y el ahora. La depresión orientada al pasado y la ansiedad que produce el futuro, hacen que nos desviemos del espacio y del tiempo en el que sí podemos actuar y disfrutar.

Hay que tener en cuenta que la psicología positiva no promueve la positividad tóxica, sino que promueve el trabajo, el reconocimiento y la gestión con las emociones.