MITOS SOBRE LA HERNIA DISCAL
Se produce una hernia de disco cuando la cubierta resistente de un disco de la columna se desgarra o se rompe. El interior blando y gelatinoso del disco puede entonces sobresalir (herniar) a través de la cubierta. A continuación derribaremos algunos mitos relacionados con las hernia discal y su recuperación.
¿Una hernia discal es para siempre? FALSO
Muchos estudios científicos han demostrados que las hernias se pueden reabsorber de forma espontánea sin necesidad de entrar en el quirófano. Así que no te asuste cuando tu médico te diagnostica una hernia discal dado que puede ser algo momentáneo y no de por vida.
La hernia discal es el motivo de mi dolor lumbar crónico: FALSO
Actualmente no se ha encontrado ninguna relación entre hernia discal y dolor lumbar crónico. En efecto podemos encontrar personas con hernias más severas o numerosas sin ningún dolor y personas sin hernias con mucho dolor. Factores como el stress laboral, la falta de sueño o la inactividad física han demostrado ser mejores predictores del dolor crónico.
No puedes levantar peso con la hernia discal: FALSO
Entrenar y en particular realizar ejercicios de fuerza (pesas) no solo es beneficioso sino que incluso podría ser una de las mejores formas de recuperar la salud de nuestros discos intervertebrales. Estudios recientes nos muestran cómo las personas que realizan actividades de impacto y/o someten su columna a cargas progresivas controladas tienen mejor hidratación del disco y menor degeneración.
La cirugía es la única opción ante una hernia discal: FALSO
La cirugía no es la única opción. Ya hemos visto cómo la hernia discal muy probablemente no es la causa del dolor lumbar así ¿qué sentido tiene operarse para «eliminar» la hernia? Además, ya hemos visto cómo las hernias se reabsorben.
Hoy en día no hay evidencia científica suficiente para recomendar la cirugía ante otros tipos de tratamientos conservadores para el dolor lumbar. Así que si alguien te recomienda operarte, infórmate muy bien si realmente no existen otras posibilidades más interesante para tu caso, cómo por ejemplo la fisioterapia y el ejercicio físico controlado por un profesional cualificado.