Los guisos pueden resultar una buena combinación de distintos alimentos en un mismo plato y obtener una opción nutricionalmente muy completa. Además, es una buena manera de integrar verduras a la dieta de alguien que no suele comerlas.
Si los guisos se hacen con verduras, le incorporamos morrón, cebolla, tomate, eso no tiene calorías y es sano. No obstante, si se usa aceite, lo hacemos frito, y le agregamos carne común, chorizo parrillero, tendremos un guiso muy compuesto y si elegimos un corte de carne magro, lo hacemos con un spray o agua, vamos a tener un guiso completamente sano.
Los alimentos muy grasosos no son convenientes para nadie y, menos aún, para una persona con dificultades coronarias, hipercolesterolemia, hipertensión u otras patologías. Lo mismo ocurre si agregamos picantes: prohibidos, por ejemplo, en la dieta de alguien con colon irritable.
Debemos tener cuidado con los productos que formarán parte de nuestra receta. Debemos tener cuidado con la concentración de sal luego de la evaporación de los líquidos. Para la gente que es hipertensa, se recomienda no incluir salchichas o cualquier otro embutido, ya que contienen mucha sal. Lo mismo ocurre con la salsa de soja. Además, no tenemos que excedernos con la cantidad de carnes rojas porque también concentran sodio.
Resumiendo, los guisos son sanos si sabemos como cocinarlos dependiendo de las necesidades de cada persona.