Cada año, millones de personas se intoxican con alguna bacteria de origen alimenticio. La salmonelosis es la más conocida y causa, anualmente, a nivel mundial, más de 100.000 fallecimientos, según la Organización Mundial de la Salud por esta bacteria.
Qué es la salmonella
La salmonella o salmonelosis, es una bacteria que afecta principalmente a los animales y su contagio a humanos viene precedido por la ingesta de estos animales o de productos derivados.
Este patógeno se adhiere a las paredes del tubo intestinal del huésped y cuando es ingerido por el humano suele provocar gastroenteritis.
Los síntomas por salmonelosis empiezan a manifestarse 72 horas después de la ingesta, pudiendo provocar calambres abdominales, diarrea y fiebre.
Aunque no suele ser lo habitual, podemos encontrar casos en los que se puede producir deshidratación. En cuyo caso es imprescindible acudir de inmediato a un centro hospitalario.
El contagio por salmonelosis en países desarrollados suele ser bajo, dado que existen exhaustivos controles alimenticios.
Las causas de contagios en estas zonas suelen ser provocadas por alimentos crudos como el huevo con salmonela o productos no pasteurizados, en el caso de los lácteos.
El riesgo de contraer salmonela es más alto cuando ingieres alimentos en zonas donde no tengan agua potable ni su sistema de alcantarillado sea el apropiado. Y estas zonas suelen localizarse en países aún subdesarrollados, y su contagio sí puede llegar a ser letal.
Síntomas
La infección por salmonella es debida a la ingesta de alimentos. Éstos suelen ser carne de animales, principalmente de aves, o productos como el huevo o la leche no pasteurizada. Una vez consumido el alimento infectado por salmonella, se produce un periodo denominado incubación, que suele tardar entre 8 horas y 6 días.
Los primeros síntomas de la salmonella, tras el periodo de incubación, pueden confundirse con una simple gripe estomacal ya que comienza a manifestarse con calambres en el estómago, febrícula y dolor de cabeza.
A medida que la bacteria se va integrando en las paredes estomacales, la infección se agrava y provoca síntomas como diarrea, cólicos, fiebre de hasta 40º, náuseas, vómitos, escalofríos, dolores de cabeza más intensos o incluso aparecer sangre en las heces.
Generalmente estos síntomas suelen desaparecer a los pocos días, aunque en los países por desarrollar la bacteria puede provocar fiebre tifoidea y esta sí puede llegar a ser mortal.
¿Se puede contagiar la salmonella?
La salmonelosis sí es una enfermedad contagiosa.
El contagio se produce por el contacto con la bacteria y dado que los alimentos que la contienen se ingieren se produce una intoxicación alimentaria.
La salmonella es expulsada a través de las heces y, dado que se trata de un patógeno resistente, puede sobrevivir durante semanas en ambientes muy secos o durante meses en el agua.
El contagio viene producido por la ingesta de la bacteria de forma directa, pero también podemos contagiarnos de forma indirecta, mediante el contacto con animales o personas infectadas y, comúnmente, debido a la falta de una buena conducta de higiene.
Por estos motivos podemos afirmar que es contagiosa la salmonela.
Cómo eliminar la salmonela de los alimentos
La salmonella en huevos, habitualmente, viene derivada por la presencia de gallinas infectadas. El huevo crudo que suele usarse para la creación de salsas, no está tratado para la eliminación de las posibles bacterias como la salmonella.
En las carnes, el contagio se puede producir debido a que éstas entran en contacto con las heces de animales contagiados durante la matanza.
En casos de salmonela de productos como el pescado es debida a la contaminación del agua, y ocurre sólo en el pescado fresco.
Estos casos se pueden prevenir tratando los alimentos, poniendo en práctica principalmente la higiene y la debida conservación de los mismos.
Mantener una buena refrigeración en los alimentos o un apropiado almacenamiento de los productos que puedan tener salmonella, evitando mantener el contacto de éstos con otros alimentos.
Evitar el contacto de carnes crudas con otros alimentos ,o cocinarlos durante al menos 10 minutos a la temperatura adecuada, son algunas de las recomendaciones para eliminar la salmonela de los alimentos.
La salmonela es una enfermedad que se puede prevenir teniendo buenos hábitos de higiene y una buena conservación de los alimentos. En caso de contagiarse y tener los primeros síntomas, no dudes acudir a un profesional médico, aunque no es peligrosa, tratarla de manera poco adecuada puede derivar en complicaciones médicas graves.