La leche materna es el primer alimento que recibe el recién nacido, aportándole unas cantidades adecuadas de carbohidratos, proteínas, grasas y lo más importante, anticuerpos que ayudan mantener la salud del bebé. Algunos mitos que se han ido promulgando y que afectan sobre la lactancia, han creado la incertidumbre sobre si esta acción es realmente buena para el bebé.
- «Para poder amamantar a un bebé hay que beber mucha agua y leche». La producción de leche no se relaciona con comer ni beber en exceso estos líquidos, ya que se produce en función de la frecuencia con la que se amamante.
- «No todas las madres producen leche de calidad». Aunque al principio de la toma sea más acuosa que al final, y contenga más grasa y densidad, no quiere decir que sea de mala calidad.
- «La lactancia hace deformar el pecho». Durante la lactancia no se deforma, sino que es durante todo el embarazo donde el pecho va cambiando.
- «No se pueden comer algunos alimentos durante la lactancia». Esto no es cierto, ni el ajo, ni las cebollas cambiaran el sabor de la leche, ni producirán gases a los bebés. ya que el bebé se adapta a los distintos sabores y favorecerá en su futuro a acostumbrarse a los sabores de la comida.
No creas falsos mitos como estos para decidir sobre lo más natural y fundamental como es el caso de la lactancia materna. Aporta a tu recién nacido las primeras vitaminas, ya que será bueno para ambos.🤱🍼