Este síndrome, es la respuesta de adaptación que se presenta en el cuerpo, ante agresiones infringidas por entrenamientos o ante situaciones estresantes, poniendo en riesgo la salud física y psicológica. El Síndrome General de Adaptación, muestra la reacción de nuestro organismo antes una situación estresante o por algo que se encuentra a nuestro al rededor pero que nos causa nerviosismo o supera nuestra capacidad de control.
Un ejemplo para entender bien en que consiste este síndrome, es cuando nos incorporamos de nuevo al trabajo después de unas vacaciones, donde la carga de trabajo a es muy alta y el ambiente en la empresa, es estresante o apaga el ánimo. Esas sensaciones y sentimientos que se experimentan en situaciones como el ejemplo anterior, define el proceso natural de respuesta que realiza el ser humano en situaciones de ese carácter.
Cuando las condiciones y motivos de dicha respuesta natural, se mantienen por un tiempo y superan la capacidad de control, aparecen los efectos negativos de este síndrome y pasa siempre por unas fases, siendo las siguientes:
- Fase de Alarma: sucede cuando una persona se presenta a algo nuevo, desconocido o una situación como la del ejemplo, en la cual se presentan taquicardias, sensación de no saber reaccionar y ante la amenaza, se libera cortisol que es la hormona del estrés. Si esta fase se supera, se da por concluido dicho síndrome, sino, por el contrario se siguen teniendo las fases siguientes.
- Fase de Resistencia: cuando el motivo estresante sigue permaneciendo en el al rededor y aún no se ha adaptado al mismo. El nivel de activación en esta fase, no es tan elevada pero, las molestias psicológicas y fisiológicas, aún siguen presentes.
- Fase de Agotamiento: no solo las personas con este tipo de síntoma pueden sufrir esta fase, sino todas las personas que conviven en un estado de estrés constante, al no habituarse o al no conseguir eliminar los factores estresantes que les rodea y les persiste.