Este tipo de terapia, se enfoca en tratar la depresión, la ansiedad, el bajo autoestima o el estrés de cada paciente, adaptando la terapia al contexto psicosocial que ha vivido dicho paciente. Con esta terapia, se asocia la patología del paciente con las experiencias que ha tenido que presenciar. Aunque especialmente se centre en los trastornos más depresivos, la terapia interpersonal, aborda otra serie de condiciones, como transitar el duelo o conseguir la solución ante conflictos interpersonales.
Además de centrarse en la depresión, también ayuda a tratar problemas alimenticios, así como otros tipos de trastornos, que deben su origen a las malas gestiones de las relaciones interpersonales. Durante esta terapia, también se incluyen terapias como el psicoanálisis o la terapia cognitiva. Los principales mecanismos de la terapia interpersonal, se detallan:
- Conflictos: como por ejemplo las relaciones de pareja dañinas, amistades tóxicas, compañeros de trabajo abusivos…
- Relaciones: se basa por ejemplo en la incapacidad de limitarse o en la dependencia emocional.
- Sintomatología: autoestima baja, desinterés por lo que antes apreciaba, pérdida de motivación.
Para realizar este tipo de terapia, es importante tener una entrevista con el profesional, para que pueda hacer un diagnóstico y saber qué es lo que le ocurre a cada paciente. Suele recomendarse esta terapia, cuando existen conflictos en las relaciones y causan un grave malestar.