La medicina preventiva se ha vuelto de vital importancia para nuestra salud, ya que es el conjunto de practicas y consejos médicos que ayudan a prevenir y evitar enfermedades, como la hipertensión. Algunos de los métodos de evaluación, planificación y gestión de algunas especialidades como en urología y ginecología, hacen que los pacientes, protejan su salud y cuiden su bienestar.
Existen 4 tipos de prevención en medicina:
Prevención primaria: se refiere a todas las actuaciones realizadas sobre personas sanas. Está compuesta por la promoción de la salud, la protección específica y la administración de fármacos para prevenir enfermedades. Este tipo de prevención es la más importante y eficaz.
Prevención secundaria/ diagnóstico precoz: se basa en los cribados poblacionales. Define la detección y tratamiento de la enfermedad en estadios muy precoces como su principal propósito, por lo que las posibilidades de éxito son mucho mayores y el coste asistencial es mucho menor.
Prevención terciaria: comprende las actividades médicas encaminadas a prevenir las complicaciones y secuelas de una enfermedad que ya se ha establecido. Su objetivo es hacer más lento el curso de la enfermedad, atenuando las incapacidades existentes para que el enfermo pueda reinsertarse en las mejores condiciones a su vida social y laboral.
Prevención cuaternaria: se denomina así al conjunto de actuaciones sanitarias que atenúan o evitan las consecuencias de las intervenciones innecesarias o excesivas del sistema.
Todo aquello que aporte la prevención de arrollar enfermedades, debe incluirse en nuestros hábitos de vida, para gozar de una buena salud. Si tienes contratado un seguro de salud, recuerda solicitar información a tu asesor para