Impacto de la ansiedad en el deporte

Tener ansiedad puede ser incapacitante para muchas personas, pues piensan que su cuerpo está controlado por sus propios pensamientos negativos. Los ataques de ansiedad, pueden resultar muy agobiante cuando nos encontramos realizando algo que nos gusta, como puede ser el deporte y la actividad física, que os contamos en este artículo. Sufrir ansiedad mientras se practica un ejercicio físico, es más habitual de lo que parece, teniendo como consecuencia, una serie de síntomas físicos, acompañados de pensamientos negativos, que pueden resultar para la persona muy desagradables y molestos.

Muchas de las personas que manifiestan ansiedad, suelen no pedir ayuda o tardar en pedirla, porque piensan que ésta se irá sola, pero esta creencia además de ser muy poco eficaz, también es peligrosa, pues lo único que consigue es cronificar y hacer más difícil de resolver, el problema de la ansiedad. Para afrontarla, el primer paso que se debe tomar es conocer los efectos que tiene sobre el rendimiento deportivo, como por ejemplo:

  • Aumento de sufrir lesiones. Es una consecuencia que temen la mayoría de deportistas, pues las lesiones les aleja de todo tipo de entrenamiento durante cierto tiempo. Un alto nivel de ansiedad, puede hacer que el deportista de distraiga de forma más fácil, lo que puede llegar a ocasionar despistes y tras ellos, accidentes que acaben en lesiones.
  • Capacidades físicas perjudicadas. Conseguir un estado de concentración, con la mente y el cuerpo a punto antes de una competición, requiere una serie de preparaciones y un buen calentamiento, tanto a nivel físico como mental, y aunque pueda parecer una tarea sencilla, en ocasiones puede suponer un estrés para la mente.
  • Deterioro de la relación con los demás. La ansiedad se nota más allá de lo físico, ya que también nos afecta a nivel interpersonal, abarcando las relaciones sociales con el entrenador o los compañeros con los que realiza los ejercicios físicos. A medida que aumenta la ansiedad, nos volvemos más irritables, hostiles y tendemos a aislarnos de los demás.

Lo mejor para no presenciar ninguno de los anteriores casos en nuestra rutina de actividad física, es evitar que aparezca la ansiedad. La prevención siempre será una herramienta útil y eficaz para palear todos aquellos síntomas molestos. Para ello, es importante tomar conciencia y seriedad que implica tener ansiedad, sin dejarla de lado, y acudiendo a especialistas en psicología, para cuidar nuestra salud mental.