Tras las fiestas de navidad y las largas cenas, es probable que hayas dormido menos de lo habitual, tras haber trasnochado durante unos días. Ahora con la vuelta a la rutina, es posible que experimentes una mayor sensación de cansancio, al igual que los más pequeños del hogar, pues seguramente, hayan descuidado sus horas de acostarse y levantarse, por lo que a todos nos costará de nuevo recuperar la rutina. Para que la vuelta a todas las actividades cotidianas sean más llevaderas, debemos recuperar las horas de sueño que hacen falta, y así tener la energía recargada.
Recuperar las horas de sueño, de manera biológica es imposible, pues el sueño perdido nunca se recobra y también, puede generarnos problemas de salud, por lo que pensar que si se trasnocha y al día siguiente se duerme más, es un error, puesto a que no conseguiremos nada con ello. El cuerpo necesita un número determinado de horas de descanso cada día, para poder funcionar correctamente, un sueño normal, compre entre siete y nueve horas de descanso por cada jornada, y si se duerme menos, tarde o temprano se notarán los efectos negativos que tiene como consecuencia. Por otro lado, el cuerpo funciona por ciclos y no como un contenedor acumulativo, por lo tanto, el organismo al no completar su ciclo, inicia el siguiente con las mismas deficiencias.
En concreto, el organismo funciona de forma sincronizada, por lo que si algo se ve alterado, se altera todo lo demás. La producción de hormonas al tener cambios, pueden ser causantes de alteraciones como la desorganización del apetito, aumento de peso y problemas en la piel por ejemplo. Con el tiempo, todo el metabolismo se modifica y eso nos hace ser más propensos a contraer enfermedades graves como la hipertensión e incluso problemas cardíacos.
En vez de preocuparnos por recuperar las horas de sueño, lo mejor es modificar nuestros hábitos para garantizar un descanso adecuado, con el objetivo de cuidar nuestra salud y realizar las tareas con energía suficiente. Algunos consejos a tener en cuenta son: establecer un horario tanto de levantarse como de acostarse, realizar actividad física y ejercicios de relajación, preparar el entorno antes de irnos a dormir y conocer nuestro ritmo de sueño.