Actualmente, este tipo de terapias se han utilizado junto a la medicina convencional, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de muchos pacientes. Cada vez, son más las personas que se interesan por las terapias complementarias, con la esperanza de poder mejorar y aliviar los síntomas que aparecen por diversas afecciones. Frecuentemente, son empleadas junto a la medicina convencional para promover la calidad de vida, mejorar la salud y hacer más llevaderas algunas enfermedades. Dicho esto, no significa que sustituyan otras opciones terapéuticas recomendadas por el médico.
Las terapias complementarias, forman un conjunto de recursos terapéuticos, que ofrecen un enfoque diferente a la medicina convencional, y en los últimos años, se han usado junto a otras terapias más comunes, gracias a los efectos positivos que ofrecen a los pacientes que la perciben. Los resultado respecto a su uso son mixtos y siguen siendo insuficientes, por lo que siguen en investigación científica y debe aplicarse bajo supervisión médica, para respaldar su finalidad.
Debemos tener en cuenta que las terapias complementarias, son diferentes a la medicina tradicional o alternativa, pues estas últimas, proponen sustituir la medicina convencional, y las terapias complementarias, se utilizan para complementar algunos tratamientos médicos. Para aplicar este tipo de terapias, es importante elegir a un terapeuta profesional y certificado en la materia, pues nuestro médico, es la persona que nos puede derivar a un terapeuta específico en cuanto a nuestra enfermedad.
Opciones como el taichí o el yoga, se pueden practicar en el hogar, teniendo una orientación profesional durante las primeras clases, ya que una mala práctica de las mismas, pueden reducir su eficacia y derivar en dolencias o en efectos indeseables.