El sueño y un buen descanso es fundamental para la salud tanto ´física como mental, en niños y en adultos. No obstante, en los niños, este aspecto es más importante y desafortunadamente, en la actualidad se estima que muchos niños presentan trastornos del sueño. La mayoría de las veces, estos problemas no se diagnostican como trastorno de sueño infantil, debido a que los padres no lo atribuyen al exceso de mimos o a la indisciplina.
Pero es cierto que si un niño no duerme bien, su comportamiento y su capacidad de aprendizaje, puede verse afectado por ello, disminuyendo su concentración y su retentiva. Además, también puede afectar a su conducta motora, volviéndose más irritable y dañar así su autoestima. Por todo esto, es importante diagnosticar y controlar de forma precoz los trastornos del sueño infantil. Estos comprenden todas aquellas conductas problemáticas asociadas al hecho de dormir en el niño/a, incluyendo:
- Tener demasiado sueño.
- Dificultad para conciliar el sueño.
- Dormir en momentos inapropiados.
- Hacer algo anormal durante el sueño.
- Permanecer dormido.
Se determina el trastorno del sueño infantil, cuando se presentan circunstancias tales como estas:
- Cuando la dificultad con el sueño afecta de manera severa al desempeño cotidiano del menor.
- Cuando la dificultad con el sueño genera problemas en las relaciones escolares, sociales y familiares en general.
Cuando se presenta un evento importante, es normal que los niños y niñas, puedan alterar su patrón regular de sueño, pero en poco tiempo, suelen volver a la normalidad. De no ser así y mantenerse dicha alteración, se puede considerar un trastorno del sueño infantil.