Comer en familia, significa mucho más de lo que pensamos, pues además de ser una costumbre tradicional, tiene efectos muy positivos sobre todos los miembros de la familia, especialmente en los niños, tal y como indica la ciencia. Actualmente, esta tradición se esta perdiendo en gran medida, pues cada vez es menos frecuente que se tenga este hábito, debido a las actividades de cada integrante o por ocuparse cada uno de lo suyo. Por el contrario, se esta volviendo habitual encontrar a personas comiendo frente a una pantalla, mientras permanece inmerso en su mundo y pensamientos, y esto además de considerarse lamentable, también empobrece la vida.
Como mencionábamos anteriormente, las principales causas de que esta tradición se esté perdiendo, se deben a las jornadas laborales y las actividades extraescolares, ya que inciden en la dificultad de comer el familia. En definitiva, podríamos resumir el problema a lo muy ocupados que están cada uno de los integrantes de la familia. Cuando la tradición se pierde por otros motivos, creemos que se puede poner una solución, pues si es por juegos o actividades no relevantes, estos pueden ser aplazados a otra hora del día.
Para motivarnos a seguir con esta tradición tan típica y antigua, podemos tener en cuenta los beneficios que nos aporta a nuestra salud:
- Mejora la salud mental. Sobre todo la de los niños y adolescentes, ya que se crea una seguridad y el sentimiento de estar protegidos por el núcleo familiar. Además, les ayuda a sentirse menos solos, por lo que incide a la facilidad de confiar en los demás y establecer unos vínculos significativos con otros.
- Fomenta hábitos saludables. Los niños, cuando comen bajo la supervisión de los padres, adquieren hábitos muy importantes, como por ejemplo, lavarse las manos antes de consumir alimentos y masticar bien entre otros. Por otro lado, aprenden a comportarse en la mesa, lo que facilita su socialización y su inserción en la cultura.
- Disminuye el riesgo de ansiedad y depresión. Los adolescentes que comen con sus familias, muestran menos signos de depresión y ansiedad, y son menos propensos a presentar problemas emocionales.
- Estimula el desarrollo. Es un estímulo ideal para desarrollar ciertas habilidades sociales, lingüísticas y conversacionales, pues la charlas familiares que acompañan la nutrición, es un gran factor en el desarrollo tanto de los niños como de los adolescentes.
No olvides todo lo que has aprendido sobre los beneficios de comer en familia, pues es una forma natural y tradicional de unir más a la familia y fortalecerla.