Ambos aceites, son los preferidos en todo nuestro país, compuestos por grasas vegetales y sobre todo muy beneficiosos para el cuidado de nuestra salud. Sin embargo, existen grandes controversias sobre cual es mejor, ya que algunos expertos o la mayoría de ellos, aseguran que el aceite de oliva, es más saludable que el de girasol, y debe ser el elegido para cocinar y freír. Cabe aclarar que aunque estos aceites sean vegetales, no quiere decir que sean los mismos, pues tienen una serie de características que los diferencian. Por un lado, el aceite de oliva es rico en grasa monoinsaturada (MUFA) y esencial en ácido oleico, mientras que por otro lado, el aceite de girasol, lo es solamente en ácidos grasos poliinsaturados (PUFA). No obstante, ambos aceites son ricos en vitamina E.
La composición MUFA, especialmente en ácido oleico del aceite de oliva, tiene una alegación de salud, debido a sus efectos protectores frente a las enfermedades cardiovasculares cuando sustituye a grasas saturadas. Por otro lado, los PUFA, los más importantes son el ácido alfa- linolénico (omega 3) y el ácido linoleico (omega 6), pues son positivos para la presión arterial, la coagulación, la inflamación o el perfil lipídico.
Casi todos concluyen según el estudio, que el aceite de oliva es el mejor para la salud, pues aparte de su contenido rico en ácido oleico, tiene compuestos minoritarios como los polifenoles, que le otorgan un mayor efecto protector, sobre todo a nivel cardiovascular, dado a que muestran acciones antioxidantes y antiinflamatorias. Además, el aceite de oliva gracias a sus grasas monoinsaturadas, al ser más estables resisten mejor a las altas temperaturas que las grasas poliinsaturadas que contiene el aceite de girasol, pues estas últimas se oxidan con mayor facilidad.
Su principal diferencia, hace que en la mayoría de los hogares se elija el uso del aceite de oliva para cocinar, pese a su elevado coste.