La lavanda es un buen complemento para controlar los estados de estrés, ansiedad y los dolores de cabeza, gracias a sus propiedades calmantes. Desde antaño, la lavanda se ha empleado en la aromaterapia para controlar también el insomnio y algunas dolencias comunes y pese a que aún muchos de los beneficios de la misma siguen siendo estudiados, ya hay algunos estudios y datos anecdóticos que sugieren que la lavanda puede promover tanto la salud como el bienestar.
Gracias a las diversas aplicaciones que ha tenido esta planta en la medicina natural, la lavanda se ha catalogado como una planta «multipropósito», aunque también para muchos, suele resultarles atractiva por su color y aroma, es mucho más que eso. Debido a los efectos que tiene su aceite esencial, la lavanda actúa como un sedante natural, paliando de esta forma algunas dolencias. A continuación detallamos los remedios más empleados con lavanda:
- Para calmar los cólicos menstruales. Según una investigación, la aplicación tópica de ésta planta, en conjunto con salvia y rosa, puede ayudar a reducir los síntomas de los cólicos menstruales.
- Para relajar los músculos. A modo de baño, podemos utilizar esta planta calmar la musculatura cansada, y de querer emplearla por sí sola, te recomendamos potenciar sus propiedades con manzanilla.
- Para combatir el insomnio. Como mencionábamos anteriormente, la lavanda al contener propiedades sedantes, puede favorecer el sueño especialmente en aquellas personas que padecen estrés y ansiedad, usándolo de forma tópica como en aromaterapia e infusión.
- Para combatir el estrés. Este es sin duda el remedio relajante con lavanda más extendido en aromaterapia, ya que sus compuestos volátiles, el aceite de la misma, puede regular las funciones del sistema nervioso y producir un efecto calmante en el organismo.
Como puedes observar, la lavanda se sigue empleando para contribuir a mejorar nuestra salud y bienestar, por lo que si te gusta su aroma y color, sólo tienes que probar alguno de los remedios que ofrece.