El impacto directo que tiene el desorden sobre la vida de las personas, conlleva una serie de efectos nocivos que perjudican la realidad de sus habitantes. Seguramente alguna vez hayas oído el dicho de que todo hogar es el reflejo de quienes viven en él, lo cual es muy cierto ya que el echo de vivir en una casa desordenada puede perjudicar a nuestra calidad de vida. La organización al terminar el día, puede influir en la personalidad y el estado de ánimo, pues mantener un espacio limpio y organizado, mejora nuestro humor y promueve la tranquilidad, pero por el contrario, estar en un lugar desordenado y sucio, aumenta lo niveles de estrés y disminuye la productividad.
La personalidad de cada uno, es un diferente y todas las personas tenemos particularidad que son reflejadas a la hora de organizar el hogar. Generalmente, las personas introvertidas suelen ser más desorganizadas que las extrovertidas. La razón de esto, se debe a que los primeros suelen prestar más atención a lo que viven en su interior y olvidan las demandas del exterior, y por el contrario, los extrovertidos, están más conectados con su entorno. Por ello, es conveniente tener en cuenta que vivir en una casa desordenada afecta a nuestro subconsciente más de lo que imaginamos.
Nuestra casa debe ser un lugar de refugio, y al no mantenerlas ordenadas y limpias, pueden convertirse en toda una pesadilla. Algunos de los principales efectos que causa en nuestra salud el desorden son:
- Discusiones y enfados continuos. Llegar a casa tras una larga jornada de trabajos o estudios y encontrarla en condiciones desfavorables, genera más estrés, rabia y ansiedad.
- Mal estado de ánimo constante. Tras encontrarnos en un momento complicado, es probable que descuidemos las labores del hogar o que empecemos a acumular cosas innecesarias. Pero permanecer en esta situación, solo hace que sea más complicado de sobrellevar.
- Estrés y dolencias. Al normalizar el hecho de vivir en una casa desordenada, estamos provocando sentimientos de culpa que terminan dañando nuestra salud mental.
- Predispone a tener un mal día. El desorden tiene una carga emocional en cuanto a la motivación de comenzar el día con el pie derecho. Al levantarnos en un entorno desordenado, es más probable que tengamos una actitud más pésima y menos proactiva.