Los alimentos pránicos positivos activan la energía vital de cada persona, mientras que los negativos, hacen todo lo contrario, apagan las fuerzas de la vida. Se considera una clasificación basada en la cultura y la práctica del yoga en la India, pues en esta los alimentos son consumidos para nutrir el alma, el cuerpo y la mente. El «prana» es el soporte de la vida y es obtenida mediante el aire, la luz solar, los alimentos y la respiración. Dichos procesos son básicos para que las células puedan crecer, nutrirse y renovarse con normalidad. La forma de alimentarse según la práctica del yoga, es simplemente un modo más de cuidar el alma, el cuerpo y la mente, ya que los alimentos no suelen valorarse por sus macronutrientes sino por cómo afectan y modifican la energía vital de cada persona.
La alimentación y la dieta, son un eslabón más dentro del enfoque holístico de la salud, tal y como trata el Ayuverda, una de las medicinas tradicionales donde tiene un estatus oficial en la India. Así, toda dolencia o desequilibrio es tratado mediante las plantas, los alimentos, el seguimiento de ciertas prácticas físicas, los aceites y la meditación. Los alimentos en la práctica dietética que vemos en este articulo, se valoran por la forma en la que afectan al prana o a la energía vital, de tal manera que se encuentran los positivos, los negativos o los neutros. Está dieta, es similar a las prácticas ayurvédicas y yóguicas, ya que tanto una como otra, cuentan con una historia en la que se describe la mejor forma de alimentarse para optimizar el estado de salud.
A continuación, nombramos los alimentos pránicos positivos que aportan energía vital a nuestro organismo, ya que no trata solamente de una lista de alimentos concretos, sino que también incluye aquellos que son frescos, cercanos, de temporada, orgánicos, poco procesados y enteros, destacando os siguientes:
- Cereales integrales: como el arroz, la cebada, la avena o el trigo.
- Miel.
- Semillas y frutos secos: como el cáñamo, la calabaza, las semillas de sésamo, las nueces, los piñones o los cacahuetes.
- Legumbres: como los guisantes amarillos, las judías de cualquier clase, los garbanzos o las lentejas.
- Aceite de coco, de sésamo y de palma.
Además, se valora bastante la forma en la que estos son preparados y se consumen, ya que algunos procesos pueden restar o sumar al prana. En el caso de los alimentos crudos y frescos tienen más energía pránica que aquellos que son cocinados, por lo que es mejor cocerlos antes de consumirlos en el menor tiempo posible. Por otro lado, las semillas y los frutos secos, deben consumirse crudos y si existe la posibilidad, remojados.