La menopausia es la época de vida de la mujer, generalmente a partir de los 45 años, donde desaparece la ovulación lo que desencadena la detención de las menstruaciones durante más de un año. En esta etapa vital aparecen ciertos síntomas y se producen cambios en el cuerpo de las mujeres, que se hacen más visibles en mujeres sedentarias, especialmente los vinculados con el insomnio, la depresión y la obesidad. Estos cambios y síntomas pueden comenzar años antes de que se deje de tener la menstruación, en el periodo peri menopaúsico. Algunos de los más comunes son:
- Sudoración.
- Sofocos.
- Insomnio.
- Sequedad vaginal.
- Alteración de las menstruaciones: más irregulares y más o menos abundantes.
- Cambios de humor.
La actividad física de forma regular puede reducir algunos de los principales síntomas de la menopausia, además de aportar otros beneficios como:
- Evita ganar peso
- Ayuda a mejorar la masa muscular
- Previene el cáncer
- Reduce el riesgo de padecer otras enfermedades como cardiacas o diabetes tipo 2.
- Mejora el estado anímico
La actividad física permite mantenerse en forma y lograr un peso saludable. Para ello es recomendable combinar diferentes tipos de ejercicios, donde al menos se incluyan 150 minutos de actividad aeróbica moderada o 75 minutos de actividad física aeróbica vigorosa a la semana combinados con ejercicios de fuerza dos veces por semana. Los ejercicios más recomendados son:
- Actividad física aeróbica: caminar a paso ligero, trotar, montar en bicicleta, nadar o practicar aquagym.
- Entrenamiento de fuerza: las máquinas de pesas o realizar ejercicios de forma manual con pesas ayuda a evitar la pérdida de masa muscular (sarcopenia) y ósea osteoporosis.
- Ejercicios de equilibrio: realizar ejercicios sencillos de equilibrio además de fortalecer la musculatura, ayuda a mejorar la estabilidad y el equilibrio con lo cual previene las caídas mejora el control postural, la flexibilidad, la estabilidad y la coordinación.
- Estiramientos: después de realizar ejercicio es recomendable realizar estiramientos. Estos, además de ayudar a estirar los músculos cuando están calientes, también permiten mejorar la flexibilidad.
Además de la práctica de ejercicio en el gimnasio también te puedes mantener activo a través de otro tipo de ocupaciones, ya sea el baile, la jardinería o las tareas del hogar. Solo es necesario que elijas cuál es la que más se adapta a tus preferencias para dejar de lado una vida sedentaria.