El miedo a los hospitales o nosocomefobia, no es tan frecuente como otros teniendo otros peligros para la vida de las personas que lo padecen, pues no sólo implica la ansiedad y pánico que les produce, sino que también puede padecer hiperventilaciones, taquicardias o sudores fríos. Estos estímulos y situaciones, se generan con el mero hecho de pensar en un posible ingreso hospitalario o con cualquier otra cosa relacionada con los médicos o el hospital.
Como ya sabemos, ir al médico no se trata de una diversión o un lugar para el ocio, y mucho menos, para las personas que tienen este miedo, ya que al saber que deben acudir por un motivo de su salud o para un simple chequeo médico, ya empiezan a tener serias consecuencias. Esta es una fe las fobias más peligrosas que podemos tener, ya que por evitar ir al médico ante cualquier dolor, se está evitando el diagnóstico, la valoración y el tratamiento adecuado ante cualquier patología que se padezca, poniendo en riesgo la salud general.
Entre las causas que originan esta fobia, hay que decir que no están del todo claras y no se encuentre un único elemento sino varios, por lo que tiene un origen multicausal. No obstante, pueden exponerse diferentes hipótesis al respecto. En primera instancia, debemos tener en cuenta que los hospitales son centros donde acuden personas que tienen problemas de salud con el fin de curarse o descubrir que les sucede, también es un lugar donde a veces, las personas pasan sus últimos momentos antes de morir… Por ello, una de las explicaciones por las que podría tener sentido esta fobia es por la idea que a muchas personas se les pasa por la cabeza, el miedo o el sufrimiento.
Las soluciones que se dan ante estos casos, es la visita del médico o especialista al hogar donde reside dicha persona con nosocomefobia, y la más recomendada que es acudir a terapias con el objetivo de eliminar o reducir los riesgos del miedo a los hospitales.