La naturaleza nunca dejará de aportarnos múltiples beneficios a nuestra salud y es por ello que la jardinería contribuye a mantener una buena salud mental y emocional. Realizar actividades al aire libre siempre se ha asociado a la relajación, a la creatividad y a la distracción, por lo que cuidar de nuestro jardín o huerto, es una de las tareas que ayudan a nuestro bienestar psicológico.
Ya que en el día a día vamos a destajo y sin parar, es necesario desconectar de dicho ajetreo rutinario y despejar la mente y para conseguirlo, no se necesita planear una escapada o un viaje, sino que con coger algunas herramientas y salir a nuestro huerto o jardín, es más que suficiente para lograrlo, consiguiendo algunas de las siguientes ventajas psicológicas:
- Reducir los efectos de la demencia.
- Mejorar la memoria.
- Mitigar los trastornos por el estrés postraumático.
- Aumento de la satisfacción y la felicidad.
Ya hemos oído hablar de la posible implementación de «jardines terapéuticos» en los hospitales como una alternativa ideal para el entorno de los pacientes, lo que podría aportarles beneficios para combatir el estrés durante su estancia hospitalaria. Sin duda, el entrar en contacto con las plantas y con la naturaleza en general, nos brinda los beneficios más naturales para nuestro bienestar físico, mental y emocional.