Algunas personas, suelen vivir episodios constantes de ansiedad a los cuales deben adaptarse o ya se han adaptado a ellos. Esta adaptación, conlleva una serie de modificaciones en sus hábitos o en su estilo de vida, para conseguir llevarla de buena forma. Uno de los cambios más frecuentes que conlleva esta adaptación, consiste en la dieta, ya que existe una relación estrecha entre el estado de ánimo y los alimentos que consumimos.
Este trastorno, puede haber aumentado en el último año debido a la actual pandemia, dado a que está causando estragos tanto a nivel social o personal como a nivel económico, por lo que la aparece una preocupación excesiva y un miedo inmenso. La ansiedad suele tener síntomas físicos como la tensión muscular o síntomas psicológicos como la irritabilidad o la dificultad para concentrarse, siendo ambas las más frecuentes ya que afectan a la vida laboral, personal y social.
Muchas personas que sufren ansiedad, suelen acudir a terapias para aliviar los síntomas ocasionados. Así mismo, los terapeutas suelen aconsejar un cambio en cuanto a las dietas de dichas personas, evitando consumir alimentos como:
- Alcohol. Tienen la capacidad de alterar el sueño, aumentar el nerviosismo y cambiar a los neurotransmisores, lo que empeora la sensación ansiosa.
- Cafeína. Tener un consumo moderado es seguro y aporta grandes beneficios para la salud, no obstante, por otro lado tiene efectos negativos ya que un consumo excesivo, puede aumentar el nerviosismo, dar lugar al insomnio y aumentar la irritabilidad.
- Bebidas energéticas. En relación al sistema nervioso, presenta algunos problemas mentales como la ansiedad, el estrés o la depresión y problemas de salud múltiples como la obesidad, por su alto contenido en azúcares añadidos.
- Alimentos procesados. Estos alimentos pueden tener efectos muy negativos en cada dieta. Gran parte de sus ingredientes, tienen grasas saturadas, trans y cantidades altas en sal, harinas refinadas y azúcares, siendo poco nutritivos y con niveles elevados en energía.
Para superar el trastorno de la ansiedad, varios expertos suelen aconsejar: mantener una buena hidratación, consumir más alimentos frescos, incorporar pescado, carne magra, legumbres o frutos secos y evitar saltarse las comidas para no desestabilizar los niveles de azúcar.